¿Te sentís constantemente abrumado? ¿Tu descanso no se siente reparador? ¿Te sentís constantemente demandado por alguna situación o por alguien más? ¿Comenzás las semanas con la sensación de que no existieron ni el sábado ni el domingo? ¿Sentís que no lográs disfrutar de las jornadas que organizás?
Estás experimentando una falta de energía vital y estas son algunas de las causas posibles:
- Destinás demasiada energía en satisfacer a alguien que no sos vos
- (Consciente o inconscientemente) te mantenés aferrada a alguien o algo de tu pasado que te ocupa demasiado lugar y desgaste.
- Pasás mucho más tiempo en tu mente que en tu cuerpo
- Cultivás mucho más tu imagen externa que tu conocimiento interno
- Estás intentando, con todas tus fuerzas, aferrarte a algo que, de todas formas, va a cambiar.
- Acumulaste demasiadas cosas, decisiones, sueños pendientes
Cosas que podés hacer para equilibrar la energía que sale y que ingresa de tu cuerpo y de tu vida:
- Buscá el equilibrio, hacé, pensá y descansá en la misma proporción.
- Antes de comprometerte con algo o alguien más, hacé un pacto con vos para darte más tiempo libre.
- Inspirarte es nutrirte. Aliméntate también de aquello que te hace volver a enamorarte de la vida, volver a creer, querer cambiar, aprender, amar (te).
- Si sos demasiado mental, trabajá con un cuarzo ahumado. Si sos demasiadamente físico, portá o meditá con una amatista.
- Conocé tu Carta Natal para descubrir tu mapa energético
- Ingerí más verduras, frutas y agua diaria.
- Participá de sesiones de Reiki.