Dentro de la filosofía Hindú, Ganesha es una de las representaciones de Dios más conocidas y adoradas por pueblos de todas partes del mundo. Se dice que en la India, cada deidad representa algunos aspectos y cualidades de Dios.
Ganesha es una de esas deidades y se lo reconoce rápidamente porque se lo representa en imágenes portando cabeza de elefante. Parte de su mitología dice que tiene sus orejas tan grandes porque es el que primero escucha y acude a nuestros pedidos y ruegos desde la Tierra.
Dentro de su mitología se afirma que ayuda a proteger los hogares de la llegada de energías negativas, por eso, en India es muy común ver imágenes de Ganesha cerca de las puertas de entrada.
Es el patrón de las artes y del conocimiento y su energía trabaja disolviendo los conflictos y los bloqueos, por lo cual se lo considera el Dios de la Fortuna y la buena suerte. Miles de personas en todo el mundo adoran a Ganesha, llevándolo en imágenes, colgantes o dándole un lugar preciado en el altar personal.
En el caso de seguir la tradición hindú y destinar un espacio de tu casa para construir tu rincón de sagrado, en el cual pides y agradeces cada día, puedes ubicar allí una pequeña imagen de Ganesha y, encendiendo un incienso que te guste y te ayude a serenarte, puedes acudir a él y pedir claridad y asistencia para aquellos aspectos que te están costando mucho resolver.
Además, es considerado el Patrón de las Escrituras por su papel desempeñado durante la lectura de textos sagrados. Por lo tanto, también asiste y resguarda a los escritores y comunicadores.
Ganesha, entonces, elimina los impedimentos de nuestro camino material y espiritual, concediendo prosperidad y abundancia a nuestra vida. Además, puedes pedirle asistencia para conectarte con la verdad y con el desciframiento de asuntos que no sientas tener claros o definidos.
La confianza y la entrega nos permiten salir adelante y nos reconectan con toda la energía del Universo. Te invitamos a experimentar la asistencia de Ganesha, en tu propio camino, cuando así lo sientas y creas necesario. Confiando y elevando tus pedidos que, como tantos otros, también pueden ser escuchados.