El cuerpo no solo se embellece con estética. A la hora de sentirnos bien podemos mimar nuestra energía corporal sumando actividades simples y efectivas que nos harán sentir mejor. Hoy te compartimos cuatro favores que nuestro cuerpo está necesitando:
Estirarlo: ¿Sabías que una espalda flexible da como resultado un cuerpo más joven? Practicar elongación y flexibilidad te ayuda a ganar salud en todas las áreas de tu vida. No solo porque mejora tus articulaciones y tus posturas, sino porque además impacta en tus emociones y pensamientos. Nos ayuda a ganar espontaneidad y fluidez para adaptarnos y mantenernos joviales.
Escucharlo: El cuerpo tiene su propia voz y no hace falta mucho para poder comprenderla. Simplemente, con aquietarnos un momento o destinar nuestra energía hacia adentro, podremos activar nuestra percepción y recibir toda la información que nuestro cuerpo nos envía a cada instante. Ganarás armonía y sabiduría natural, porque al escucharlo te vas a dar cuenta que, internamente, ya contás con los medios para armonizarte.
Depurarlo: Cada cierto tiempo, es recomendable realizar una limpieza o depuración corporal. Hemos dedicado varias notas a este tema y podés encontrarlas en nuestra sección de Medicina Natural. Una técnica sencilla es realizar infusiones de Ortiga que limpiarán la sangre y aportarán hierro y vitalidad a tu cuerpo. De todas formas, lo más prudente es consultar a tu nutricionista de cabecera por un plan depurador ajustado a tu medida.
Abrazarlo: Los abrazos curan y restauran porque movilizan energías muy poderosas: La aceptación, la tolerancia y el amor. Al menos, una vez por semana, dediquemos un tiempo a abrazarnos, a sentir nuestro cuerpo por fuera y rodearlo con nuestra propia energía. Trabajemos para mejorarlo, pero recordémosle cuánto lo amamos y lo respetamos tal cuál es ahora.