Hoy te compartimos tres movimientos y ejercicios que te ayudan a favorecer el flujo de tu energía dentro del cuerpo. Al alinear tu vibración, obtendrás mayor relajación, favorecerás la eliminación de toxinas y aliviarás cuadros de estrés. Además, facilitan un mejor descanso en la noche.
Aliviar la espalda: Es la zona que más se resiente y en donde cargamos todas las tensiones y responsabilidades. Intentá cada día practicar un estiramiento de columna suave que te ayude a ordenar la energía y tu sistema de chakras. Ponete de pie con las piernas separadas manteniendo tu ancho de caderas, tomá una inhalación y al exhalar, plegá tu torso hacia abajo, dejando caer la cabeza por su propio peso, soltando los brazos y revisando que el cuello no esté tensionado. Tomá tres respiraciones completas y profundas, sintiendo el estiramiento, la liviandad de soltar. Cuando quieras volver, hacelo con la espalda redondeada y recordando que lo último que sube, siempre, es la cabeza.
Estirar las piernas: Completá tu rutina de ejercicios realizando la postura de la Pinza que te ayudará a estirar la musculatura de las piernas y la zona de la cintura. ¿Sabías que en la parte de atrás de tus rodillas se acumula mucha energía residual? Sentado con las piernas estiradas y los pies activos, enderezá tu espalda y ubicá tu mirada en el frente. Tomá aire y al exhalar andá bajando el torso sobre las piernas hasta donde llegues. Con cada exhalación bajás un poquito más. Si podés, con las manos tomate de las puntas de los pies para estirar todavía más profundo. Tomá de tres a cinco respiraciones completas y re-incorporate suavemente.
Dibujá el infinito: Este ejercicio simple y hermoso me lo compartió mi primera profesora de yoga hacé muchos años y nunca he dejado de hacerlo porque realmente me alivia el cuello y me relaja. Con los ojos cerrados, vas a mover tu cabeza como si dibujaras con la punta de la nariz el símbolo del infinito (Un ocho acostado). Lo hacés en un sentido y luego lo desarmás, regresando para completar el movimiento hacia el otro lado. Te sugiero hacerlo en forma lenta, suave y dibujar un infinito bien grande que te ayudará a relajar cada parte de tu cuello y la zona alta de tu espalda.