A través de tu columna vertebral fluye la energía vital hacia todo tu organismo. Por eso, es importante relajarla y estirarla para evitar acumular tensiones y dolores en esta zona tan importante. Te guiamos para con este ejercicio, ideal para realizar a diario y descontracturar el día.
¿Practicamos juntos?
Sentate sobre una manta o colchoneta en donde puedas sentirte en comodidad. Antes de armar la postura, tomá tres respiraciones profundas y completas para conectar con tu trabajo corporal. Sentí tu cuerpo y tu ritmo interno.
- Estirá tus piernas hacia adelante y revisá de apoyar muy bien tus glúteos sobre el suelo.
- Enderezá la columna, formando un ángulo recto con las piernas. Presenciá las sensaciones que te provoca estar sentada de esta manera. Tomá contacto con tu energía.
- Ahora inhalá lento, levantando los brazos y apuntándolos al cielo (Revisá que no se levanten tus hombros para no tensionarlos).
- Mantené el aire por unos momentos y cuando tengas que exhalar, comenzó a bajar tu torso y tus brazos hacia adelante, hasta que queden paralelos a tus piernas. Soltá la cabeza para que caiga por su propio peso. Relajá el pensamiento.
- Revisá estar bajando desde la cintura y la zona lumbar, en vez de estar haciendo una curva con la parte alta de tu espalda.
- Sentí este estiramiento, alargá tu columna y tu cuello, dejando caer el torso, cada vez más relajado, cada vez más blando, cada vez más extenso sobre tus piernas y tus pies. Dejá ir, también, ese asunto que te mantiene preocupado.
- Cuando tengas que volver, realizá una toma profunda de aire y reincorporate lentamente sin tensionar tu cuello.
Extra Tip: Recordemos que en la espalda cargamos con todas nuestras mochilas emocionales y es normal sentir gran presión en esta área de nuestro cuerpo. Por eso, necesitamos estirar, masajear y relajarlo a diario.