El elemento central del verano es el Agua y, desde la antigüedad, sabemos que conlleva enormes propiedades saludables y, a la vez, una profunda fortaleza. Pero, quizás, una de sus principales maestrías es la de enseñarnos a soltar, a dejar ir, a viajar con el curso de la naturaleza. Entonces, para alinearnos con la energía presente de este ciclo de verano, trabajaremos en nuestra capacidad de Fluir. En esta nota te contamos cómo lograrlo a través de cuatro acciones:
Depuración emocional: Aprovechando la maestría del agua, podemos decidirnos a trabajar una verdadera limpieza emocional. Toma registro de tus emociones y relaciones toxicas que necesiten ser sanadas o liberadas y visualízalas fluyendo a través del agua, liberándote de bloqueos y sentimientos limitantes. Deja ir, soltando todo aquello que ya no te nutre.
Estar en el agua: Otra manera de alinearnos con esta energía es regalarnos la maravillosa experiencia de sumergirnos directamente en el agua. Puedes hacerlo en el rio, en el mar, en la piscina de tu casa o, simplemente, llenando tu bañera y dedicándote un momento diario que sirva para conectarte con el agua. Siente cómo relaja y purifica tu cuerpo por dentro y por fuera, como te permite flotar y entregar lo que sostienes, por un momento. Cómo te lleva con la correntada sin tener que realizar ningún esfuerzo. Aprovecha para soltar aquellas responsabilidades que no te corresponden y que te has ido cargando.
Preparar Agua Reiki: Es un momento ideal para animarte a preparar tu propia agua curativa. Para hacerlo, llena un vaso con agua fresca. Activa tus manos frotándolas entre si y comienza a sentir el calorcito interno que emanan. Ahora, apoya las manos sobre el vaso como si lo envolvieras con ambas palmas y visualiza cómo le envías energía de sanación y armonización. Ponle la intención que necesites activar en este momento. Luego, baja las manos, agradece el momento y bebe tu agua energizada, disfrutando de sus beneficios.
No forzar: Otra manera de alinearnos es recordando el poder del Agua para continuar y sortear piedras y obstáculos en su camino. El agua contornea la piedra de rio y sigue adelante. Se amolda al recipiente que la contiene, pero no pierde su esencia. Del mismo modo, podemos activar sus enseñanzas en nosotros. Visualiza el caudal de un rio donde el agua fluye siguiendo su curso y su propósito. Ahora, toma registro de qué situaciones estás resistiendo tratando de forzar sin obtener resultados y permítete cambiar la actitud. Intenta ser más flexible y fluir con lo que el Universo te propone, dejando de impedir los cambios necesarios.
El agua nos enseña y nos comparte tantas cosas. Pero, sobre todo, nos recuerda la importancia del dejarnos guiar por la sabiduría interior, manteniendo limpias nuestras energías. Nos enseña que fluir y flexibilizar nuestra mente, transforma toda la vida a nuestro alrededor.