No solo tus acciones impactan en tu energía. De la misma forma que lo que comés te hace sentir de una forma o de otra, cada uno de tus pensamientos, emociones e intenciones, también imprimen su vibración en vos. Hoy recordamos tres actitudes internas que limpian y refuerzan tu aura:
Sinceridad: Expresarte con honestidad, acerca de lo que sentís, de tus prioridades, de tus necesidades, provoca que tu energía vibre más alto. Honrar tu verdad y tu lugar presente, te vuelve más claro, más sabio, más conectado y más potente. No sientas culpa de establecer tus límites y verás cómo, poco a poco, tu mente, tu cuerpo y tus relaciones comienzan a restaurarse.
Curiosidad: Permitirte explorar es trascender tus propias barreas, es habilitarte a sorprenderte, a encontrar belleza, a innovar. Tu energía y tu mente se expande y tu vibración comienza a elevarse, porque te sobre pones al miedo y a la limitación. Ser curiosos con la vida nos ubica en una postura de expansión y de alegría.
Disciplina: Tu bienestar necesita constancia. La falta de voluntad para mejorar y sanar lo que te haga falta solo demorará tus resultados y te hará sentir desmotivado. Cada día tenemos la oportunidad de tomar una buena decisión para nuestra vida. A veces, mínimas y, a veces, impactantes. Pero siempre transformadoras. Cultivá, con constancia y disciplina, aquellos hábitos que hayas descubierto que son positivos para vos. Tu energía se beneficia, se limpia y recarga, cuanto más te conocés y te ordenás.