Retener lo que nos pasa es la clave de muchas enfermedades y desequilibrios. Es, también, una manera de negar lo que sentimos y guardar las emociones bien al fondo de nuestro cuerpo. Hoy  te contamos una técnica sencilla para recuperar tu salud a través de la palabra:

La escritura puede convertirse en una gran herramienta terapéutica si aprendemos a utilizarla y a conectarnos con ella de la manera apropiada. A muchos de nosotros nos puede gustar crear poesías, narrar cuentos, historias divertidas o de suspenso. Pero si activamos una nueva perspectiva, encontraremos en ella grandes beneficios para nuestra salud emocional.

Existen muchas formas de utilizar la escritura para liberar nuestras emociones y expresar lo que sentimos. Veamos algunas posibilidades:

El poder de un Diario: Comenzar a escribir un diario no es ni infantil ni cursi. Es un método eficiente para darle cuerpo a pensamientos y sensaciones que nos atraviesan y que, muchas veces, necesitamos expresar pero no encontramos a la persona adecuada para hacerlo. El diario no te juzga  y te brinda espacio en blanco para reflexionar sobre lo que te pasa. Te ayuda a darle cuerpo y a tomar registro de lo que estás viviendo.

Carta a vos mismo: Se me ha transmitido la importancia de escribirnos cartas a nosotros mismos, como herramienta de trabajo y desarrollo personal. Aunque pueda parecerte una locura, no lo es. Todo lo contrario: Es una forma genial de decirte cosas importantes, de perdonarte, de permitirte cambiar y mostrarte a vos mismo aspectos que te están costando reconocer. Si pudieras verte desde afuera, ¿Qué cosas quisieras decirte?

Escribir para soltar: Otra forma de utilizar la escritura como terapia es hacer un lista sencilla de todo aquello que ya no quieres ni necesitas seguir cargando contigo. ¿Qué aspectos, relaciones y actitudes quisieras dejar ir para sentirte en armonía y lograr liberarte de ataduras?