Algunas personas pueden sentir que son “poco creativas” para escribir, que les cuesta, que no saben por dónde empezar o bien que no tienen el tiempo de hacerlo. Pero cada vez más indicios aseguran que implementar esta práctica en la vida podría ayudar a sanar íntegramente.
La ciencia ya hizo sus averiguaciones al respecto de escribir un diario personal. El caso más famoso según un artículo de Harpers Bazaar es el de la Universidad de Texas, liderada por James Pennebaker, quien descubrió los beneficios para la salud que tiene escribir de forma regular: refuerza el sistema inmunitario, nos ayuda a recuperarnos de hechos traumáticos y alivia el estrés y la depresión.
Entre otras resoluciones del estudio, se detectó que los participantes que habían sobrevivido a sucesos traumáticos y que escribieron sobre sus experiencias durante 20 minutos al día, de tres a cuatro veces por semana, fueron al doctor la mitad que aquellos que no lo hicieron. Quienes escribieron un diario demostraron una respuesta de anticuerpos más fuerte ante las bacterias y virus y produjeron menos cortisol, una hormona del estrés.
Otros beneficios
Según otra investigación publicada en la revista de la Asociación Médica Estadounidense, los pacientes de artritis reumatoide y asma que escribieron sobre vivencias estresantes experimentaron una reducción significativa en los síntomas de sus enfermedades.
Una buena manera de escribir
“Las páginas de la mañana”, una técnica que figura en el libro “El camino del artista”, de la autora Julia Cameron, consiste en escribir tres páginas completas, por varias mañanas consecutivas, en soledad y silencio, de forma rápida y automática, sin pensar, sin juzgar, sin objetivos, sin preocuparse por la coherencia ni porque alguien pueda leerlas.
El objetivo de este método es que sea “apenas despierto” para seguir en el clima de los sueños, para predisponerse a dejar fluir pensamientos de forma libre y espontánea.