¿Cuántas veces le escapamos a la soledad o al estado de quietud y, cuando lo experimentamos, nos damos cuenta de que, en verdad, era justamente lo que estábamos necesitando? Hoy hacemos foco en la importancia de pasar un momento al día en el cual permitamos el silencio y la conexión con nosotros mismos.
Vos sabés que estamos híper-influenciados de información y estímulos a cada segundo. También sabes que, si bien pareciera que no podemos vivir sin Internet, sin celular y sin Tablet, en realidad, cuando te permitís poner tu atención en otra parte, te olvidás tus dispositivos o te dedicás el fin de semana a vos mismo cancelando reuniones y generando calma y silencio a tu alrededor, se produce una enorme claridad en tu cabeza.
Esta claridad afecta a toda tu vida personal, tu salud, tu sistema inmunológico y tu sensación con vos mismo. Pasar un tiempo en silencio, en quietud (Y, aunque al principio cueste) trabaja fuertemente los estados de ansiedad y de dependencia. Nos ayuda a calmar la energía dentro de nosotros, a estar más disponibles en el presente para darnos cuenta y Ver esencialmente dónde necesitamos hacer ajustes y dónde nos sentimos realmente bien.
Hacerlo hábito: Para que podamos comprobar los beneficios y los aportes del silencio y la calma en nuestra vida, necesitamos prologar su práctica, no en cuanto a duración sino en continuidad. Te invito a dedicar, al menos, diez minutos para vos mismo, disponiendo tu cuerpo en una postura cómoda pero consciente, sin dormirte, y experimentar el transitarlos en pleno silencio. Llevando tu atención a la respiración y tomando contacto con tu ser interno. Si sentís, al igual que yo y que tantas otras personas, que realmente te nutre, orientá tu energía hacia lo que te hace bien y construí este nuevo habito con constancia.
Honrarlo es tan importante como hacerlo: Si decidiste brindarte un momento de serenidad y silencio para vos, para tu salud y para tu energía, entonces Honrálo. No atiendas el teléfono si te llaman, descuidá el timbre por esos minutos y tratá de orientar tu voluntad y tu animo realmente a realizarlo con amor y respeto. El silencio nos devuelve hacia adentro, nos permite ver con ojos cerrados otra capa del mundo. Nos concede sabiduría y aumenta nuestra energía vital re-distribuyéndola por todo nuestro cuerpo.