Constantemente, el cuerpo nos habla. Algunas veces, simplemente, nos cuenta cómo está y, otras veces, nos llama casi “a los gritos”, desesperado porque hagamos un gran cambio. Siempre que te sientas desorientado acerca de qué te está pasando o qué camino seguir de ahora en adelante, intenta silenciar tu mente y escucha todo lo que el cuerpo tiene para decirte. Hoy te compartimos algunas claves:
La piel y su voz: Nuestra piel es una gran indicadora cuando algo no está bien. En ella podemos observar emociones tan fuertes como la intolerancia, el rechazo, el estrés, la sobre carga de situaciones que comienzan a abrumarnos. La aparición de sarpullidos, psoriasis, brotes que aparecen y desaparecen según el momento del día, o la imagen de una piel completamente saturada de impurezas y oleosidad, son todos ejemplos de cómo nuestros sentimientos se vuelcan hacia el exterior para que podamos trabajar con lo que nos pasa.
El pecho y su mensaje: La zona más alta del pecho en la cual converge la garganta siempre nos avisa cuando estamos angustiados y con palabras que no hemos podido expresar, ya sea por temor, por vergüenza o por miedo a que nos rechacen. Esa famosa “presión en el pecho” que todos hemos experimentado, nos revela una gran angustia, una gran cantidad de emociones que necesitan ser liberadas, porque realmente nos están oprimiendo. Cuando lo sientas, lleva las manos hacia tu pecho y pregúntate qué es aquello que te tiene tan angustiado.
El insomnio tratando de hablarte: Todas esas noches en las que, hagamos lo que hagamos, no logramos conciliar el sueño, nuestro cuerpo también nos está mandando una señal. Existe un gran estrés y preocupación mental con respecto a determinadas situaciones que nos impiden estar en nuestro centro y cumplir con una de nuestras funciones básicas y sencillas: El descanso. Otro posible mensaje del insomnio es que realmente estamos sobre pasando nuestros límites y ya no resulta saludable. Ten presente el intentar detenerte a tiempo. En nuestro especial, encontrarás técnicas naturales para armonizar tu sueño: http://serpositivo.tv/?p=404
Incendios en la zona digestiva: La ansiedad, el ardor en el estómago o la falta de apetito, muchas veces, nos hablan de situaciones que no estamos pudiendo “digerir” con normalidad. Aquí encontrarás un informe que puede orientarte: http://serpositivo.tv/?p=686 Cuando experimentamos esa sensación de fuego vivo en el estómago, también, es posible que hayamos discutido muy fuerte con alguien o que nos estemos peleando con el presente. Entonces, en este caso, debemos enfocarnos a nuestra comunicación y a nuestras relaciones. ¿Qué está afectándonos tan intensamente que ha encendido nuestro fuego interior?
La espalda te cuenta: Nuestra espalda es una gran aliada a la hora de aprender a leer nuestro cuerpo. Una postura relegada hacia adelante, siempre nos habla de estar apesadumbrados, sobrellevando culpas o demasiadas responsabilidades que, de alguna forma, nos provoca sentirnos un tanto abatidos. Quizás sea tiempo de dejar de auto castigarnos por errores del pasado y enfocarnos en el ahora, remediando nuestra vida, al decidirnos ser felices.
Existen muchas técnicas para conectarnos con nuestro cuerpo y escuchar sus mensajes, pero te sugiero una muy sencilla que puedes practicar en casi cualquier momento.
Recuéstate o siéntate en un lugar silencioso y toma algunas respiraciones profundas para serenarte. Cierra tus ojos para evitar dispersiones y activar la mirada interna de ti mismo. Lleva tus manos, con las palmas hacia abajo, hacia cualquier zona de tu cuerpo (El pecho, las piernas, el abdomen). Ahora, Siente tu energía y dale tiempo para que te cuente qué te está pasando. A través de las manos podemos percibir el mundo entero y sólo necesitamos entrenarnos en escuchar aquello que nuestro cuerpo tiene para decirnos.