En esta nota te orientamos para que puedas crear vos mismo, tu plan de armonización semanal, poniendo a prueba tu creatividad y compromiso: Si bien podes orientarte leyendo o asistiéndote con profesionales capacitados en estas áreas, te proponemos que hagas una pruebita interna y trates de diseñarlo vos y ponerlo en práctica para ver cómo te vas sintiendo. Te damos algunas pautas para que las enriquezcas con las tuyas propias y nos cuentes qué hacés vos para cuidarte. Claves a tener en cuenta:
- Tenés que conocerte bien o, al menos, dedicar tiempo a investigarte hasta encontrar lo que te hace sentir mejor
- Poner en acción tu creatividad para ir variando las actividades
- Usar todo lo que aprendiste a lo largo de los años para ir conectando tu conocimiento con tus experiencias
Detectar lo que te relaja y cultivarlo: En tu plan de armonización siempre tiene que haber un espacio para cultivar tu relajación y un buen descanso. Esto refuerza tu sistema inmunológico, aclara la mente y permite tomar mejores decisiones.
Encontrar una actividad física o deporte que puedas realizar con frecuencia de tres días semanales (mínimo): Sí o sí al deporte, bajo la modalidad que más te guste. Este no es un tip negociable, ya sabemos que entrenar nuestro físico ayuda a fortalecerlo, a depurarlo, a reducir estrés y a generar confianza y seguridad personal.
Mantener un cuerpo desintoxicado: A través de la alimentación y las actitudes, intentá ir limpiando tu organismo. Las tizanas o tinturas de plantas naturales pueden ayudarte. También, los jugos en plan détox, manteniéndote bien hidratado y consumir alimentos que te ayuden a depurar hígado, riñones y piel. (Buscá nuestras notas especiales)
Entrenar pensamientos: A través de diferentes técnicas como la meditación, la contemplación, las afirmaciones, las visualizaciones creativas.
Comprender que tu alimentación reflejará tu armonía o tu falta de ella: Esto es clave, no sólo qué comés, sino cómo lo comes y en qué contexto.
Conectar con tu espiritualidad: Cada día, por pequeño que sea, practicá un gesto que te conecte con tu energía y capacidad espiritual. Podés meditar brevemente, elevar un rezo o un pedido para alguien más, tratar de encontrar lo sagrado en lo cotidiano, leer las sincronicidades y las señales que el camino te presenta.
Amar, brindarte, agradecer, honrar, perdonar, confiar: Cultivar tus emociones y actitudes más elevadas te devuelven a la vida simple y hermosa. Te permiten sanar las relaciones y la manera de conectarte con vos mismo y con el mundo.
Darte tiempo para divertirte, bailar espontáneamente y compartir actividades en forma relajada: Muchas veces, convertimos cada reunión en una situación de apuro y estrés. Intentá esta semana que cada encuentro se de en un entorno agradable, con una actitud relajada y de conexión hacia el presente. Disfrutá de lo espontaneo en compañía de quienes más querés.
Tomar las oportunidades: Mantener una actitud abierta y receptiva, te conecta con lo mejor de las oportunidades. Se valiente para seguir tus sueños y creativo para continuar renovándolos.