Todo ascendente refleja una línea destinal y a través de tu informe astrológico personalizado, puedes acceder a él y conocer qué línea de aprendizaje te deparan los astros a lo largo de tu vida.
Para conocer tu signo ascendente es necesario que realices tu consulta astral o Informe de Carta Natal. Allí se desarrollará toda tu configuración energética de acuerdo al momento de tu nacimiento.
El ascendente es uno de los puntos focales más importantes dentro de una Carta Natal ya que nos permite conocer cuál es la línea de mayor aprendizaje y pruebas que nos tocarán atravesar en la vida.
Hoy, analizaremos los primeros seis signos del zodiaco para comiences a profundizar en tu destino:
Si tu signo ascendente es Aries (El primero del zodiaco), tu vida girará en torno a los inicios, al hacerte cargo, al tomar contacto con tu fuente de poder personal para transformar la realidad y conquistar los espacios. Necesitas aprender a lanzarte por tu propio deseo. Todo el tiempo, la vida se sentirá como si te estuvieran “empujando” a tomar decisiones, a iniciar desde la nada, a crear tu propio camino. Has venido a conquistar, aprendiendo a lanzarte y debes derribar los miedos o inseguridades que intentarán detenerte.
Si tu ascendente es Tauro, tu vida girará en torno a tomar contacto con la seguridad material, con los placeres y los sentidos, activando el conocimiento del cuerpo, de sus posibilidades de disfrutar. Tendrás que comprender que existe un tiempo para cada cosa y que el impulso (típico del signo anterior) ya no es adecuado en este momento. Aquí se necesita registrar la tierra, sus ritmos naturales más allá de mi propio deseo. Aprender de lo lento, del ahorro, de la alineación entre tus propias demandas y lo que la vida te presenta como oportunidad. Es necesario registrar los procesos y que no todo se dará bajo mi capricho personal. A esta persona le parecerá todo el tiempo, que la vida avanza demasiado lenta, pero tendrá que descubrir que allí se esconde su verdadero propósito.
Tu signo ascendente, también, puede ser Géminis. Entonces, aquí habrá que aprender a registrar la vincularidad, aprendiendo a enlazar aquello que me parece opuesto. Esta energía nos habla de una vida que intentará conectarnos con la apertura, con el movimiento con el fin de aprender que nada es estático, que todo tiene otra cara posible. Con Géminis en el ascendente, la vida se experimenta como contradictoria pero debemos aprender que todo se conecta infinitamente y varía. No existe lo estático, somos energía en movimiento y esa frecuencia de vibración determinará la vida. Aquí el aprendizaje será no estancarse y fluir abiertos a lo que llega. Aprendiendo a incorporar aquello que me parecía intolerable. El Ying y el Yang donde todo es complementario.
Si tu ascendente natal es Cáncer, entonces la vida estará rodeada de situaciones de nutrición, energía femenina, contención, y amor maternal. Aquí, el aprendizaje es despertar en la persona y contactarla con la capacidad de sensibilizarse hacia todo aquello que crece. Desarrollar la importancia de criar, de dar nutrición, amor incondicional generando el arquetipo de la Gran Madre. Esta persona seguramente tenderá a ser muy independiente y tendrá que trabajar para contactar con la emoción más íntima y ancestral.
En cambio, si el ascendente natal se encuentra en el signo de Leo, aquí lo importante es aprender a brillar. Esta persona tiene que lograr desapegarse de los lugares conocidos y aprender a diferenciarse a través de la búsqueda de su propio camino. Leo, nos invita a activar la búsqueda del camino con corazón, aquel que responde únicamente a nuestra verdadera esencia. Es necesario romper con el modelo de clan (Típico del signo anterior) y animarse a exponer su personalidad real. El aprendizaje gira en torno a la incorporación de ser autentico y desarrollar su propia identidad.
Si Virgo se encuentra en el ascendente, habrá que incorporar una energía de servicio de orden, de asistencia al cuerpo y a la funcionalidad en general. Habrá que aprender a desarrollar la humildad, la salida del centro (En la cual estábamos en el signo anterior) para poder habilitar el sentido del servicio. Acá comienza a aparecer el otro y tengo que aprender a ser solidario con él. Será necesario desarrollar la comprensión de que existe un orden mayor a mí mismo al cual tengo que entregarme.