Hoy queremos recordarnos que las relaciones que atraemos están conectadas con las actitudes y pensamientos que tenemos hacia nosotros. Cuando nos encontramos vinculados a personas demasiado demandantes, absorbentes y hasta controladoras, es momento de reflexionar sobre cuánta libertad y espacio nos dedicamos a nosotros mismos.
De acuerdo a cómo nos tratamos, a qué ideas formamos y divulgamos sobre nosotros, de acuerdo a nuestra confianza y noción de auto valor, de acuerdo a cómo nivelamos nuestras entregas siendo respetuosos o no de nuestros propios límites y necesidades, es el tipo de relaciones que atraemos a nuestra vida.
Si estás pasando un momento en el cual varios de tus vínculos se han puesto un tanto excesivos en sus demandas, o requieren más energía y tiempo de la que estás dispuesto a ofrecer y compartir, es tiempo de preguntarte y reflexionar:
¿Cómo te estás tratando?
¿Te concedes tiempo diario o semanal para, simplemente, descansar o conectar con lo que más te gusta?
¿Cuándo fue la última vez que te diste el tiempo para sentarte y ver una película o leer tu libro favorito?
¿Cuántas veces esta semana, dijiste que sí aunque no estabas de acuerdo o no tenías la intención ni las ganas de comprometerte, realmente, con la invitación o situación planteada?
¿A pesar de tener tu familia, tu trabajo y tus amigos, te permitís darte un tiempo para estar en soledad y conectar con vos y con lo que te pasa o te rodea actualmente?
Quererte bien es quererte libre y con vínculos saludables. Date espacio, date aire, date tiempo para soltar, para vibrar, para respirar tranquilamente. Date toda esa libertad que te gustaría recibir de los demás y natural y gradualmente, las relaciones comenzarán a transformarse sin tanta fricción.