La temporada geminiana suele ser un tiempo en el cual estamos más verborrágicos y pensativos de lo normal. Tus ideas y tus palabras pueden moverse a velocidades velocísimas y si no lográs balancearlas, podés terminar por usarlas en contra tuyo sin darte cuenta ¡No queremos que te pase eso!
¡No todos merecen tus explicaciones!
Entendé que no es necesario: Que al que no le gusten tus decisiones, necesita aceptarlas más allá de conocer o no tus motivos internos.
Antes de darlas, pregúntate por qué lo hacés: Te sentís más tranquilo? Sentís que de esa forma estás respaldando algo? Te importa demasiado lo que puedan pensar de vos?
Resguardá tu energía: Desgastamos increíbles cantidades de palabras y de sentimientos culposos cuando nos permitimos y nos obligamos, casi inconscientemente, a darle explicaciones a todo el mundo. ¿Qué propósito tiene? Ninguno. intentá hoy no explicar lo que no merece ser explicado.
Creencias subyacentes: Debajo de ese mecanismo excesivamente explicativo hay una creencia de estar en falta o de que el otro pueda pensarlo.
Hoy, antes de dar tu próxima explicación en vano, recordá que tus motivos son suficientes y que digas lo que digas no podrás controlar la reacción de alguien que no sos vos. Lo único que harás, explicando cada movimiento es reducir el valor de tus decisiones.
Hoy date la libertad de no explicar, sino de avanzar
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