Según la definición que utiliza la Asociación Americana de Danza Terapia (ADTA) la danzaterapia es“el uso psicoterapéutico del movimiento para promover la integración emocional, cognitiva, física y social de un individuo”.
Tal como recoge un artículo de la revista especializada en danza, Revol, esta disciplina surgió en Alemania en la década de 1920 de la mano de Rudolf von Laban, maestro húngaro de danza moderna. Sus discípulas, Franziska Boas, Marina Chace, Liljan Espenak, Mary Whitehouse y Trudi Schoop, bailarinas profesionales de este estilo de baile, indagaron sobre en los beneficios de la danza en personas con problemas psiquiátricos, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.
“Así como en las psicoterapias con niños, no solo hablamos, sino que nos movemos y jugamos, porque ellos nos recuerdan que el movimiento y la acción forman parte sustancial de su expresión, los Danza Movimiento Psicoterapeutas sabemos que todos nos movemos y necesitamos hacerlo saludablemente. Incluir el movimiento y la danza en psicoterapia facilita la conexión entre lo que sentimos y lo que significamos, revitaliza. La DMP proporciona nuevas oportunidades de desarrollo en marcos en los que el respeto por el gesto o movimiento espontáneo generan confianza en el propio modo humano de ser”, indica un artículo redactado por profesionales de la Danzaterapia en el sitio institucional de la organización Brecha.
Sobre la experiencia de personas que no están familiarizadas con la danza, la psicóloga y terapeuta en danza movimiento, Denise Cabezas, explica en la nota de Revol que no es excluyente conocer un arte en específico para realizar una disciplina de este tipo. “Sí lo es dejarse llevar y experimentar a través del cuerpo y otros elementos mediadores, como la música y la pintura, en función de conectarse con fibras mucho más internas a las que de otra manera no se puede llegar. Tener este abordaje terapéutico permite que esas emociones que nacen en contacto con una disciplina artística no queden en la nada”, sostiene.
Por su, parte, la también psicóloga y terapeuta en danza movimiento Cecilia Janin indicó en el artículo de la revista mencionada que con la danzaterapia se pueden tratar todas las afecciones y que, según cada patología, la técnica se adapta. “Si no hay personas con patología, quizás es más fácil llegar a trabajar cosas del lenguaje corporal. Te valés de diversos recursos. Acá la idea es que uno tiene una concepción teórica y un encuadre, pero la idea es justamente que puedas adaptarte a lo específico de esa persona, no es la idea que la persona se adapte a tu forma de trabajar o al dispositivo que le llevás”, explicó.