“Popi”, como le dice su familia es la evidencia de que siempre hay tiempo. En junio de 1976, se encontraba cursando quinto año de Ingeniería Electrónica y era presidente del Centro de Estudiantes.
Un día pusieron una bomba en la Facultad y el Ejército la rodeó y detuvo a varios de sus compañeros. Serafín fue secuestrado sin motivo, interrogado, torturado y luego liberado. Pero ese hecho traumático lo obligó a abandonar…
A los 65 años, este hombre oriundo de Villa María, Córdoba, decidió a saldar su cuenta pendiente. Con ayuda de profesores y compañeros, volvió a empezar la carrera de cero porque su legajo se perdió durante el Golpe Militar, y desde mayo es ingeniero electrónico.
Su increíble historia