Siempre que nos animamos a saltar, pudimos comprobar que en verdad ese cambio era necesario. Del mismo modo, hemos comprobado que si nos resistimos a dejar ir aquello que se nos muestra que debe irse, entonces generamos bloqueos e interferencias a nuestro alrededor, impidiendo que la vida siga su curso. Por eso, aprovechando la llegada del signo de Acuario que nos conecta con la transformación creativa y con el desapego de entender que amar no es lo mismo que poseer, entonces queremos recordar juntas la gran riqueza que llega a nuestra vida cuando permitimos, por fin, desapegarnos y dejar ir.
Alivianamos nuestra carga: Aprender a soltar nos permite viajar más livianos. Muchas tensiones en nuestra vida se dan porque estamos abarrotados de sentimientos, responsabilidades y relaciones que, en vez de generar bienestar, nos pesan muchísimo sobre la espalda. Tomemos la decisión de habilitar la soltura mental y emocional necesaria para que todo aquello que, por nuestro bien debe irse, pueda hacerlo sin resistencia.
Generamos espacio para lo nuevo: Una vez que hemos hecho espacio, permitiéndonos liberar de nuestra vida aquello que se encontraba vencido y monotemático, se produce la llegada de lo nuevo. Activamos una renovación tan grande que todo a nuestro alrededor pareciera transformarse. Tanto a nivel energético como a nivel físico, hacer espacio siempre beneficia nuestra vida en forma integral y nos prepara para recibir.
Activamos la confianza: Otra de las ventajas que se activan cuando nos permitimos dejar ir, es que estamos generando confianza. Para soltar el apego y para animarnos a saltar a una nueva forma de vida, siempre necesitamos tener confianza en que el Universo o alguien (o Algo) se encargará de sostenernos y enviarnos a una fase mejor. Y la confianza es realmente poderosa y transformadora. Nos permite relajarnos, soltar el control y contactarnos con la esperanza y la alegría de saber que podemos, cada tanto, dejar de controlar lo que nos pasa y entregarnos al fluir de las cosas.
Transformamos el amor: Esa confianza que hemos activado para poder soltar y liberarnos de una relación, de un trabajo que no nos generaba alegría o de una situación de dependencia, nos permite transformar esas emociones negativas que estábamos sintiendo, en puro amor. Porque tenemos que amarnos mucho para decidirnos, con valentía y coraje, a cambiar. Sabemos que no será fácil, pero nos comprometemos a lograrlo.
Nos conectamos con la abundancia: Y todas estas actitudes (El hacer espacio, la confianza y el amor) nos permiten, de una vez por todas, transformar y evolucionar nuestra disposición para la abundancia. Ahora sí, podemos permitirnos sanar nuestro lugar personal y entender que somos los responsables de crearnos una mejor calidad de vida, que contamos con los recursos para transformar nuestro alrededor, con pequeños pasos que serán enormes.