Empecemos por casa. Una de la formas de mejorar nuestra energía es armonizar los espacios que más frecuentamos. Nuestra casa es el primer lugar que necesitamos tener en cuenta a la hora de sumar calidad de vida. Hoy te compartimos algunos tips para que tu hogar se convierta en un espacio más saludable:
Espacios temáticos: Más allá del tamaño o la cantidad de ambientes, es importante recrear ciertos climas dentro de la casa. En lo posible y siempre alineándolo a nuestros gustos personales, busquemos la manera de generar, por ejemplo, un espacio para reconfortarnos y relajarnos en el cual tengamos ciertas imágenes, objetos o música que nos ayude a serenarnos y entrar en conexión con nuestro interior. Otro espacio disfrutable puede ser un sector para leer y cultivar nuestros pensamientos, no desde la ansiedad diaria, sino disfrutando de una lectura que nos inspire.
Sumar plantas y conectarnos con ellas: Las plantas de interior nos conceden gran cantidad de beneficios, no solo desde su energía, sino también con su estética y su medicina particular. Dedicar un momento diario a cuidarlas y regarlas nos proporciona calma y salud emocional.
Siempre el sol: Otro factor clave para un espacio saludable es el permitir que ingrese la luz natural. Bienvenido el sol a nuestras vidas y bienvenida su energía renovadora que ayudará a limpiar y sanar la vibración y el clima de nuestra casa.
Geometría y formas amigables: Me gusta pensarlos como objetos de poder. Incluir geometría sagrada y objetos con diseños protectores, nos ayuda a establecer el propósito de tener un hogar protegido y con buena vibración. Otra clave es estar atentos a las formas de los muebles que elegimos. Es importante tener en cuenta que sus diseños sean amigables y alineados a nosotros. Hay ciertos colores como el naranja o el rojo que trabajan aumentando la energía y si lo ubicamos en un espacio donde buscamos serenarnos, puede influir en la armonía y generar ciertas tensiones.
El afuera queda afuera: Disponer de un espacio cercano a la puerta para dejar los zapatos y cambiarnos el calzado al llegar a nuestras casas, ayuda muchísimo a no ingresar energías del exterior. Además, funciona como una actitud de respeto hacia el corazón de nuestro hogar y nos permite dejar afuera las tensiones y momentos que no querramos entrar con nosotros.