Además de nuestros hábitos saludables con nosotros mismos, es muy importante lograr compartirlos con nuestra familia e incitar a nuestros hijos, desde pequeños, a generar una consciencia acerca del bienestar. Te sugerimos algunas prácticas para que pruebes con ellos:
Agradezcan juntos los alimentos: Generar el hábito de unirnos en la mesa durante un momento a honrar la comida es una bellísima práctica para compartir juntos. Permite generar consciencia de abundancia, agradecer por el trabajo y el tiempo de quienes la hayan preparado y ayuda los niños a comprender la humildad y la gratitud.
Armen juntos un altar o espacio sagrado: Crear un pequeño lugar de la casa en el cual disponer algún objeto que nos remita a lo sagrado (Puede ser una estatua o imagen pequeña de alguna Deidad en la cual creamos, flores naturales, un cristal o aquello que ustedes sientan como familia) permite tener un espacio en el cual dedicar minutos diarios a rezar, agradecer, pedir asistencia o simplemente aquietarnos y escucharnos por dentro. Concederles esta oportunidad a los niños les ayuda mucho a generar una consciencia conectada a una perspectiva más amplia de la realidad que incluye lo sutil, lo energético y a confiar en que hay algo o alguien en el Universo que nos asiste, nos guía, nos protege.
Bríndense Reiki: Si alguno de la familia ha participado de iniciaciones de Reiki es muy nutritivo que realice armonización a sus hijos y a su pareja. Brindar tiempo a sanar energéticamente a quienes amamos, nos une, nos conecta con la gran Red que formamos entre todos y nos recuerda que compartir bienestar ayuda a mejorar nuestros lazos y nuestra comunicación como grupo.