“Como es arriba es abajo”. Miles de veces escuchamos esta frase que determina, básicamente, el funcionamiento del macro cosmos (Universo) y el micro cosmos (Nosotros), pero pocas veces nos ponemos a pensar en ella o utilizamos este conocimiento en nuestra vida cotidiana.
Desde la Astrología es posible comprobar que los planetas del sistema solar poseen una independencia y una determinada identidad que ejercen influencias sobre la Tierra y, en consecuencia, sobre nuestra vida.
Cada uno de ellos rige un sector de nuestra existencia, estableciendo un área de acción en la cual predominan ciertas tendencias, según sea su posición astral en el momento de nuestro Nacimiento.
“Bajar a Tierra”: Por eso, conocer la influencia o la fuerza que ejerce cada planeta sobre nosotros y sobre los ciclos naturales de la Tierra, nos permite diseñar rutinas alineadas al momento astrológico, aprovechando los flujos energéticos vigentes.
Veamos, entonces, que representan los planetas y como utilizar esta energía en nuestra vida cotidiana. Es importante aclarar que, dentro de la astrología, se denomina planeta, también, al Sol y a la Luna.
Mercurio: Este Planeta nos habla del mundo mental y de los conocimientos. Es una energía que representa nuestros pensamientos, nuestra manera de relacionar y conocer el mundo. Simboliza, también, la perfección intelectual. Conocer la posición de este planeta. Nos beneficia en momentos de exámenes, de preparación de tesis, de entregas de proyectos laborales y todo aquello que requiera de nuestro intelecto. Este planeta rige al Signo de Géminis y es por ellos que nos conecta, también, con nuestra capacidad expresiva a través de la palabra y de la escritura. Junio es un momento ideal para contactar con esta energía.
Venus: El planeta de la Belleza. Representa nuestra conexión con los sentidos, la búsqueda de armonía, de justeza, la activación del placer. Esta energía rige a los signos de Libra y de Tauro y nos conecta con la habilidad de disfrutar, de amar, de embellecer y de atraer. Abundancia sensorial. Entonces, conocer su emplazamiento nos permite armonizar todas nuestras tareas de artísticas, nuestra belleza en el hogar y en nuestro propio cuerpo. Ideal para realizar redecoración de espacios, activar la sensualidad en la pareja o realizar actividades de expresión.
Marte: Energía de acción. Este planeta nos conecta con el Fuego, con la conquista, con el inicio del movimiento: El Impulso. Su energía activa en nosotros la audacia de seguir nuestro instinto, de accionar en búsqueda del deseo. Marte rige al signo de Aries, el primero de todo el zodiaco. El más agresivo y conquistador. Conocer su emplazamiento nos permite disponer nuestro foco a comenzar las verdaderas búsquedas, a empoderar nuestros objetivos y a lanzarnos a la acción, evitando cualquier pensamiento obstructor. También, nos permite defendernos y activar nuestra capacidad de conquista. Ideal para iniciar proyectos, negocios, cambiar rotundamente nuestra vida.
Júpiter. El Gran Benéfico. A este planeta se lo asocia a la expansión, a la búsqueda de sentido, a la conexión con lo lejano, con todo aquello que nos permite expandir nuestros propios límites. Rige al signo de Sagitario y simboliza la energía de lanzamiento hacia nuestras búsquedas, la afirmación de nuestras creencias y filosofías personales. Conocer su emplazamiento nos resulta muy útil para llevar a cabo ciertas actividades de profundización de conocimiento o conexión con nuestra espiritualidad. Todo lo que sean viajes, contacto con otras culturas, aprendizaje de idiomas, peregrinaciones y expansiones personales, necesita de energía Jupiteriana.
Saturno: El sostén. Este planeta nos revela nuestro sentido del deber, la responsabilidad de sostener nuestra propia vida y, en algunos casos, de sostener a otros. Nos conecta con la voluntad y la constancia, desarrollando en nosotros la necesidad de definir metas y obtenidos en nuestra existencia. Saturno conlleva una energía rígida y potente que alcanza todo lo que se propone. Rige al signo de Capricornio cuyo elemento es la Tierra, entonces, nos permite activar nuestra capacidad de ser sólidos, potentes, creadores de objetivos claros, planificando la metodología a seguir. Saturno no es espontaneo, pero sí muy efectivo. Conocer su emplazamiento nos permite activar la capacidad de ser concretos y no diluirnos, de bajar a la tierra todo aquello que soñamos o pensamos. Nos ayuda a desarrollar la constancia en momentos de dificultad o desmotivación.