En esta segunda parte del informe, retomaremos la regencia de los planetas en nuestra vida cotidiana, para que puedas aprovechar el flujo energético y activar toda su energía en tu vida personal.
Recordemos que cada uno de ellos presenta una fuerza especifica que se ejerce o se ve representada en diferentes áreas de nuestra vida y que podemos aprender a reconocer y utilizar a nuestro favor para diseñar una vida alineada al momento de Universo. Todo fluye cuando nos unimos a la energía regente.
Urano: La revolución. Este planeta nos conecta con la energía de cambio, con lo imprevisto, evitando la monotonía innecesaria y activando la búsqueda de originalidad. Representa, también, el caos creativo, la evolución hacia una energía más rápida que capta y comprende el tramado de todas las cosas. Tiene energía de Red y, por eso, se lo asocia a los grupos y amistades. Urano rige al signo de Acuario y nos activa una energía mental muy rápida. Conocer su emplazamiento es ideal para generar cambios en nuestra vida, rupturas necesarias para evolucionar, reciclar nuestros pensamientos, crear redes de contacto para negocios y proyectos y, sobre todo, activar la búsqueda de aquello que nos hace únicos e irrepetibles.
Neptuno: Nuestra espiritualidad. Este planeta nos habla de una energía muy mística, una empatía muy grande que habilita la dilución de limites personales para activar la comprensión y la sensación de estar unidos al todo. Neptuno conlleva las capacidades psíquicas y místicas de cada uno de nosotros y nos activa lo onírico, lo emocional más profundo. Rige al signo de Piscis que es el último dentro del zodiaco. Por eso, conlleva una máxima sensibilidad, porque ya ha recorrido toda la rueda, ya ha activado en sí, todas las demás energías. Conocer su emplazamiento nos permite activar nuestra espiritualidad, conectar con nuestras emociones y habilitar empatía para acompañar a otros. Además, es ideal para realizar meditaciones, visualización o retiros espirituales.
Plutón: La metamorfosis. Este planeta nos conecta con la capacidad de regeneración, la habilidad de resurgir de las cenizas, los procesos de curación a nivel profundo e inconsciente. Rige al signo de Escorpio y nos permite abordar temáticas tales como las posesiones, la sexualidad, la relación con todo aquello que la sociedad considera tabú. Este planeta, además, nos ayuda a comprender que, siempre, podemos empezar de nuevo, podemos elegir resurgir fortalecidos de las crisis si las vemos como oportunidades.
Luna: Nuestro refugio. La Luna refiere a todos los factores que entran en contacto con la conciencia en los primeros años de vida. Representa el inconsciente, los sentimientos, la energía creativa, el hogar, la madre y la receptividad a los estados de ánimo de otras personas. Rige al signo de Cáncer y nos conecta con el arquetipo de la Gran Madre, la máxima feminidad. Conocer su emplazamiento, nos permite abordar temas de vínculos, impulsos instintivos, fertilidad, embarazo y maternidad. La relación con la naturaleza, las plantas y los seres vivos, queda regido también por esta posición.
Entonces, ahora puedes intentar relacionar tus actividades y tus energías de cada momento con la vibración vigente de ese periodo. Te permitirá diseñar rutinas más efectivas que aprovechan y se fortalecen con los flujos energéticos activos. Anímate a conectar con estas fuerzas que rigen y afectan tu vida en la Tierra. Mirar el cielo es mirarte, también, a vos misma.