Vivimos en piloto automático. Nos levantamos, miramos el celular, nos lavamos los dientes, y de parados tomamos una taza de café. Así le damos la bienvenida al día. Y repetimos lo mismo mañana, y pasado. Y de golpe, nos sentimos faltos de ganas, “embotados”, y actuando como si fuéramos máquinas. El dato es que existe un pequeño ritual que podemos hacer cada mañana, para cambiar la vibración de la jornada.
Hablamos con Alejandra Saavedra Cerball, licenciada en psicología y especialista en mindfulness, y nos compartió una serie de hábitos que van a darle a nuestras semanas, una energía súper sana y positiva. Ella nos dijo que en principio, es muy importante que el sol sea la primera luz que reciban nuestros ojos. Y que no miremos el celular al levantarnos, porque los dispositivos nos llenan de una cantidad de estímulos que nos generan estrés y ansiedad. Y algo más: tomar un vaso de agua en ayunas es excelente para activar el organismo.
Saavedra Cerball también nos comentó, que arrancar el día con una breve meditación es una excelente manera de mejorar la concentración y enfrentar las responsabilidades con una mente calma y despejada. No necesitás nada especial para hacerlo, sólo una fuerte convicción que te motive a sostener el hábito.
¿Cómo hacerlo?
- Elegir un espacio para meditar. Podemos armar un lugar especial y decorarlo con velas, imágenes, plantas. Las plantas siempre ayudan a establecer una conexión especial, gracias a sus colores y beneficios en la salud.
- Si estamos iniciándonos en la meditación, lo ideal es empezar de a poco. Un minuto será suficiente. A medida que pase el tiempo, podemos ir sumando más tiempo.
- Sentarnos cómodos, con la espalda derecha y el cuerpo relajado. La posición es importante. La espalda derecha facilita la entrada de aire y oxígeno al cuerpo, y la comodidad es clave para poder sostener varios minutos de meditación.
- Los ojos pueden permanecer cerrados, o abiertos enfocados en un punto.
- Enfocar la mente en la respiración. Respirar naturalmente a través de la nariz. Simplemente respirar.
- Pronto, sin darnos cuenta, empezaremos a pensar en el día y/o las preocupaciones. Ahí, es momento de regresar la atención a la respiración.
- Un dato: según investigaciones, es importante sostener este hábito por más de ocho semanas para poder experimentar los cambios en nuestra salud física y mental.
Saavedra Cerball nos habló también de la importancia de hacer algunas afirmaciones positivas, ya que al repetirlas todos los días, el cerebro crea nuevas redes neuronales que nos permiten cambiar nuestras creencias. La idea es que al finalizar la práctica anterior, elijas tres afirmaciones positivas que te ayuden a elevar tu energía. Por ejemplo: “Soy un ser abundante”, “Estoy agradecida por mi vida en este presente”, “Me amo y el amor es la fuente de mis relaciones”, “Me abro a la incertidumbre y dejo que la vida me sorprenda” (Nos encantó para este momento).
Para que tu atención no se disperse, podés tener siempre un cuaderno a mano. Y antes de empezar con la vorágine del día, elegir tres a siete tareas prioritarias. El cerebro necesita que le demos una dirección para que todas sus funciones trabajen al servicio de nuestros objetivos.
Esperamos que estos tips te ayuden para crear un ambiente interno de paz y mucha actitud para empezar tu día. Podés contactar a Ale acá y ver las sesiones y talleres on line que ofrece. También podés leer nuestra nota sobre “Que el coronavirus no te enferme, pero tampoco te estrese” (y seguir sumando bienestar a tus días).