¿Cuántas veces comemos sin hambre solo porque estamos aburridos, tristes, ansiosos o queremos recompensarnos por algo?

Como explica el médico especialista en nutrición Juan Martín Romano, en una de sus columnas para Clarín los alimentos nos dan una rica cuota de placer, que se convierte en un problema cuando nos acostumbramos a utilizarla para evitar o sobrellevar la ansiedad.

¿Vos estás preparada para esos ataques de emoción? SER Positivo complió estos trucos básicos para salvarte de los atracones y el exceso de peso, en tiempos en que no puedas controlar la emoción.

• Tomar 2 vasos de agua o té
• Masticar 1 zanahoria
• Comer 1 manzana
• Cepillarte los dientes y la lengua
• Hacer 20 respiraciones profundas
• Tomar un baño de inmersión
• Hacer ejercicio
• Escuchar tu música preferida
• No dejes pasar más de 3 horas entre tus comidas

Es todo una cuestión de actitud… mental

En su cuenta de Facebook, el grupo Curnam Integrative Nutrition Health Coach asegura que “dejar de pensar en comida es el mejor remedio en momentos de ansiedad”.

¡Importante! Tomate un tiempo cuando estás por comer o mientras estás comiendo para tomar consciencia y pregunarte si tenés hambre de verdad o te está pasando algo más. Tu cuerpo te habla todo el tiempo, solo tenés que escucharlo y vas a poder dejar de comer por ansiedad.