Si estás atravesando un momento en el cual necesitas tomar decisiones importantes, debes recordar que cada paso que elegimos dar, transforma todo a nuestro alrededor, por más pequeño que pueda parecerte. Decidir exitosamente es elegir con conciencia inspirándote, siempre, en lo que sientes y crees que será lo mejor para ti a partir de ahora.
No decidas bajo presión: Para que tu decisión sea la correcta, intenta relajarte al momento de elegir la mejor opción. Si la presión proviene de afuera, explícales que necesitas unos días para pensarlo mejor. Si, por razones particulares, no tienes tiempo y necesitas accionar cuanto antes, entonces, procura encontrar un momento del día en el cual puedas sentarte tranquilamente (Dentro de lo posible) y respira profundo unas cuantas veces antes de comenzar tu proceso de selección. Con calma, podemos ver resoluciones más creativas y eficientes.
Dale lugar a la intuición: Siempre que estés en un proceso decisivo, recuerda hacer lugar para tus corazonadas. Siempre hay algo en nuestro interior que se arrima más hacia una de las opciones existentes. Desmole importancia a las intuiciones, comprendiendo que conforman una voz que, también, merece ser escuchada. Tu interior siempre sabe qué es lo estás necesitando.
Pedir una señal: Otra clave a tener en cuenta, es la confianza en las señales. El universo siempre conspira para que estemos en el lugar correcto en el momento apropiado. Nuestra evolución y crecimiento es lo más importante y, de alguna manera, algo a tu alrededor se alineará para ayudarte. Cuando estés tomando decisiones, recuerda siempre dedicar un momento para pedir una señal. De esta forma, también te corres del lugar central de control y concedes espacio para una nueva orientación.
Entonces, tu decisión se compondrá de tres instancias en las cuales confías el resultado: Por un lado, te centras en lo que sientes y crees que es correcto. Por otro lado, le sumas el aporte de tu intuición que siempre te entrega alguna pista. Y, por último, te abres al Universo para que te haga llegar alguna señal que te confirme que vas o no por buen camino.