Sabemos que tus hijos son lo más importante y su nutrición no es un tema menor. Hoy te compartimos algunas sugerencias para que puedas conectarlos, desde pequeños, con una consciencia de alimentación saludable.
Enseñarles a plantar, a cuidar, a cosechar. Si tenés espacio, aprovechá la oportunidad de crear una pequeña huerta y enseñarles a cuidarla. Que ellos mismos vean cómo crece todo aquello que cuidamos con amor.
Cociná con ellos, dejalos participar, observar, presenciar cómo crear su plato lleva su proceso, su cuidado, su amor, su atención. Es este mismo aporte el que necesita cada cosa de la vida.
Variedad de formas y colores. Incentivalos a buscar, probar y crear una alimentación diario que contenga variedad de vitaminas y aportes. Jugá con las formas y los colores para que los platos se vean atractivos, tanto por fuera como por dentro.
Reemplazar las gaseosas por jugos naturales y frescos. Para captar su atención, podes presentarlos con bombillas de colores y pedacitos de fruta adentro de los vasos. ¡Quedan riquísimos!
Guíalos para agradecer su plato. Honrar el alimento y el momento de comerlo y compartirlo nos conecta con la gratitud, con la abundancia y con la humildad.
Comer en serenidad, en amor, en diversión, en respeto por los alimentos y compartiendo con quienes más queremos, es una de las mejores maneras de alimentarnos. Y nuestros hijos necesitan nutrirse así.