El Chi Kung (Qi Gong) por definición es el “trabajo con la energía (vital)”. Se trata de sistemas y movimientos que ayudan a acompañar patologías, a optimizar la salud y traer bienestar y equilibrio.
Es una de las disciplinas más ancestrales de la Medicina Tradicional China, alrededor de 5000 años atrás, y tiene su origen en el Monte Wu Dang, al sur de China, donde los monjes taoístas practicaban buscando la iluminación. Hoy tenemos síntesis de prácticas que fueron mutando a lo largo de miles de años, que trascendieron linajes y son el legado de Grandes Maestros.
- La práctica
En tiempos como los actuales en los que prima el estrés y las enfermedades por la desconexión que tenemos con nosotros mismos, esta técnica milenaria es una gran aliada para balancear los diversos aspectos de nuestra vida.
Durante la clase se realizan movimientos, estáticos y dinámicos, respiraciones, que forman parte de sistemas que trabajan nuestro eje, enraizamiento, fluidez. Nos ayudan tanto en nuestro equilibrio externo como interno, a lograr calma, concentración y, a fortalecer nuestro sistema inmunológico.
Si bien lo ideal es que su práctica y filosofía sean parte de nuestra diaria, ir a clase de forma semanal y regular, con el tiempo, empezamos a ver los cambios y mejorías en nuestra salud.
- Beneficios
Su práctica nos trae vitalidad y en los casos en que hay una patología presente en la persona, se puede acompañar el proceso de salud para recuperar y fortalecer los órganos afectados y que el circuito energético se reestablezca en los meridianos. Es importante tener en cuenta que la Medicina Tradicional China toma a la persona como un ser integral y no como partes aisladas, es en este concepto que la práctica trae beneficios que optimizan la salud en general además de las afecciones particulares.
- Tips para empezar
Es fundamental acercarse a un espacio donde un instructor o profesor nos acompañe para hacer una práctica responsable para que realmente nos traiga beneficios. Es importante saber que si bien se trata de movimientos, lo que realmente sucede es interno y seguir tutoriales por Internet podría ser contraproducente.
Cada movimiento tiene una razón de ser y hacer una práctica consciente es lo que trae resultados favorables, un movimiento real y consciente de la energía por nuestro cuerpo que se manifiesta en el movimiento que vemos desde fuera. No hay limite de edad ni física para realizar la práctica, tampoco se requieren esfuerzos sino y descubriendo de a poco mientras trascendemos nuestras limitaciones, que a veces se traducen en lo físico, emocionales o mentales.
El Chi Kung es un camino de consciencia, de integrar nuestro cuerpo con nuestra mente, emoción y energía. Aprendemos a escucharnos y elegir cuidarnos. Aún en la peor enfermedad, o desarmonía como decimos en la Medicina Tradicional China, el cuerpo es ese mejor amigo que nos dice “abrí los ojos y se genuino”, con el Chi Kung ese diálogo es más claro para que el bienestar no sea una utopía sino una forma de vida estemos donde estemos.
- Diferencias con el Tai Chi Chuan
Es bastante más conocido y moderno (moderno para tiempos chinos, ¡hablamos de alrededor de unos 800 años!) Sin embargo, se trata de un arte marcial, que llega a Occidente sin la parte del combate, tiene mucho de Chi Kung en su origen y los efectos de su práctica son terapéuticos justamente por eso. En ambas disciplinas, al ejecutar los movimientos, el Qi, energía, circula por los meridianos aportando salud y vitalidad.
Mini Bio
Liz Acosta es Terapeuta Holística, Master Reiki, Gemoterapeuta, Profesora de Qi Gong Terapéutico formada en la Fundación Naturopática Argentina dirigida por Mario Shwarz y la Asociación Qing Mo Tiyu Argentina dirigida por Gustavo Salvatto, ambas instituciones avaladas por el Departamento de Artes Marciales de la Universidad de Nanjing, China. Actualmente formándose como instructora de Mulan Quan con la Profesora Rocío Nocelli, discípula de la Maestra Ana Wu. Contacto: Instragram: Ayunerai