El viaje a través de los chakras comienza con Mulhadara, que significa “Raíz”, y está ubicado en la base de la columna, entre el ano y los genitales.

En esta zona se alojan las preocupaciones por los factores de necesidad física y supervivencia básica humana: el alimento, el hogar, el dinero y la seguridad. “Nuestras primeras experiencias, incluyendo la medida en que de recién nacidos nuestra necesidades básicas son satisfechas o no, quedan registradas y almacenadas aquí“, asegura la especialista Liz Simpson en “El libro completo de los chakras”.

Un primer chakra activo luce de color rojo fuego. Según explica “El gran libro de los chakras”, de Shalila Sharamon y Bodo. J. Baginski, el rojo calienta y vivifica, proporciona vitalidad, dinamismo y valor. Al mezclarse con un poco de azul, ayuda a penetrar los instintos vitales con fuerza intelectual.

En el mismo color, su simbología representa  de cuatro pétalos  que rodean un cuadrado, que contiene un triángulo con la punta hacia abajo.

Asociado al elemento Tierra y al reino mineral, el chakra de la raíz está para enraizarnos, es decir, conectarnos con la energía de la Tierra.

Equilibros y desequilibrios

Si este chakra está aspectado, sentimos equilibro emocional y físico, nuestra percepción se vuelve aguda y la autoconfianza aumenta. Estamos conectados con la abundancia y no necesitamos apegos.

Cuando no está equilibrado, podemos experimentar estreñimiento, dolor de espalda, falta de confianza, poco interés en el sexo,   desenfocados, ansiosos o cansados. Estamos como en estado de alerta, tememos a la muerte y a la pérdida material. Un buen ejercicio para conectarnos es pasar tiempo en la naturaleza o caminar descalzo por el pasto o la arena.

Tratamientos: Gemoterapia, aromaterapia y yoga

Los cristales de colores “tierra” son los más convenientes para enraizarse y centrarse, además de los beneficios específicos de cada uno. El terapeuta Pedro Bellmut recomienda las siguientes piedras en su libro “Gemoterapia para todos“.

• Ágata: eleva el autoestima y brinda seguridad emocional y física.
• Heliotropo: alivia ansiedades y colabora en la renovación física, mental y emocional. Favorece la desintoxicación y fortalece riñones, hígado y bazo.
• Jaspe rojo: energiza, enraiza y protege el campo energético. Promueve la confianza en uno mismo.
• Turmalina negra: funciona como escudo contra la negatividad, desintoxica y purifica el campo áurico.
• Obsidiana: estimula la zona y saca a la superficie lo inconsciente, aportando claridad.
• Cuarzo ahumado: estimula la concentración en el momento presente, activa los instintos de supervivencia y mejora la intuición.
• Hematite: es un cristal de enraizamiento, ayuda a erradicar limitaciones mentales y disuelve la negatividad relacionada a lo nuevo.

El aroma áspero del cedro ayuda a acopiar energía, transmite tranquilidad y sensación de seguridad.  El clavo de especia disuelve las energías estancadas en el chakra raíz, y favorece a romper estructuras y a estar abiertos para nuevas energías.

El Hatha Yoga y el Kundalini son las formas de yoga que actúan primariamente sobre el primer chakra. A través de diferentes posturas y ejercicios físicos y respiratorios, es posible estimular y purificar la base de la columna.