Los planetas ya iniciaron una nueva temporada en el cielo y llego el turno de un signo de fuego que activa nuestro impulso interno, nuestras ganas de brillar y de manifestar lo que verdaderamente nos hace sentir valiosas.
Terminó la temporada canceriana en donde trabajamos, muchísimo, el cómo nutrirnos a nosotras mismas. Nos dimos cuenta de cuál era ese lugar “cómodo-incomodo” del cual nos estaba costando tanto movernos y, por ello, reinventarnos. Pero Cáncer también nos enseñó la importancia de amar y cuidar aquello que somos capaces de crear nosotras mismas.
Y, ahora, un tiempo después, llega una nueva energía de la mano del signo de Leo, el rey de la selva zodiacal, el impulso vital que nos enciende el corazón o que, al menos, nos dejará bien en claro si estamos o no estamos pudiendo brillar.
Entonces, tenemos un mes para ponernos a tono con nuestros deseos. Para trabajar en actividades creativas y expresivas que nos recuerden la belleza de poder liberar, de poder dejar salir, de generar limpieza y transformación.
Leo es un signo que representa al elemento Fuego y, en nuestro cuerpo, rige la zona del corazón. Por eso, este mes también es para regularizar tu salud cardíaca y con ella la reconexión con aquello que te hace latir más fuerte o con qué te está impidiendo vibrar tu plenitud.
Este es el tiempo de oír y cantar al son de tu tambor interno. De animarte a mostrar tu canción personal, tu ritmo, tu manera de bailar en el mundo. Este el tiempo de permitirte ver cuán única sos y como de esa forma, te relacionas con todos los demás. ¿Qué dones y abundancias traés en vos misma y cuales te animas a cultivar y desarrollar a partir de ahora?
Leo es movimiento, es amor, es nacimiento, es juego y seducción. No es momento de estar replegadas o demasiado tímidas con nuestro viaje. Con este signo vamos a enfocarnos en descubrir y fortalecer nuestra relación con lo que más nos inspira, nos motiva y nos entusiasma.
Bienvenida la energía leonina que nos enciende el corazón de vida.
#CaminarConCorazon