Comenzamos a transitar la energía de uno de los signos más intensos, pasionales y curadores de todo el zodiaco: Escorpio. Entonces, trabajemos para conectarnos y alinearnos a estas energías que estarán activas hasta fines de noviembre.

Hoy te contamos de qué se trata este mes astrológico y te compartimos algunos tips para aprovechar mejor esta energía y alinear tu vida a ella. Siempre recordando que cómo es arriba, es abajo. Lo que pasa en el cielo, pasa también en la tierra.

Escorpio es el octavo signo del zodiaco y representa al elemento agua, por lo tanto, su energía es emocional. Este signo nos concede la capacidad de sumergirnos en nuestras propias profundidades, de ahondar en las heridas para poder aceptar y sanar verdaderamente. Nos conecta con las pasiones, con la sexualidad, con el apego que debe ser transmutado para desarrollar libertad personal. Escorpio nos enfrenta a la sombra de nosotros mismos, a aquello que nos cuesta aceptar o manejar dentro de nuestra vida, porque nos invita a renacer. Siempre fortalecidos, siempre con conocimiento y experiencia. Este mes es para:

Descubrir: Escorpio activa, también, un gran caudal de energía magnética que nos atrae hacia lo oculto, lo esotérico, lo místico de la vida. Anímate, entonces, a participar de ese taller de Tarot que tanto te atrae y no te animas por vergüenza, de astrología, de gemoterapia, y de todas aquellas prácticas que te permitan reconectarte con tu parte más alquimista. Recordando que este mes es para magias y transmutaciones profundas.

Sumergirnos: Durante todo este ciclo, tienes que prepararte para nadar bien hacia adentro de tu propia vida y animarte a enfrentar aquello que sabes que permanece oculto, pero siempre a punto de estallar. Anímate a encontrarte con tu propia sombra y con aquello que sabes que debes trabajar, llevando luz a tus zonas negadas. Habilita tus emociones y sentimientos más profundos y, permite, que tus necesidades te encuentren.  Puede ser el perdón, una vieja herida emocional o una verdad que no quieres reconocer. Es tiempo de llegar hasta allí, a donde te duele, y de abrazarte fuerte, aceptando y liberándote de esa opresión personal.

Elaborar procesos emocionales: Una vez que aceptamos nuestra herida, podemos elaborar el proceso emocional que nos ayudará a superar cualquier circunstancia. Con trabajo enfocado, con constancia y rigurosidad, destina tiempo a tus terapias y prácticas de armonización, para sumar bienestar a este proceso de curación y crecimiento personal. Trabaja con tus emociones, no tengas miedo de tu propia intensidad y, si así lo necesitas, es importante pedir ayuda apoyándote en quiénes puedan darte herramientas de desarrollo personal sin fomentar la dependencia. Te recomiendo esta nota anterior con sugerencias para armonizar tu vida diaria que pueden ayudarte a fortalecer tu energía durante este período de tanta transformación: http://serpositivo.tv/?p=437

Desapegarnos: Es tiempo de limpieza profunda para renovarnos y alivianar la carga personal. Te sugiero que destines momentos semanales a meditar y evaluar que hábitos, relaciones, personas, actitudes y objetos que necesitas dejar de seguir sosteniendo, en la finalidad de mejorar tu vida. Puedes realizar una visualización sencilla para fortalecer la depuración de todo aquello que te está impidiendo tu crecimiento y tu sanación. Aquí te dejo una guía paso a paso: http://serpositivo.tv/?p=378

Expandir nuestra energía sexual: Escorpio rige la Casa VIII de la Carta Natal y es la representante de, (Entre otras áreas), nuestra sexualidad. Entonces, durante todo este tiempo, puedes enfocarte en fortalecer y expandir tu energía sexual, la relación con tu pareja, el disfrute, el encuentro y la creatividad. Este signo activa una vibración muy intensa con la cual puedes alinearte para renovar tu vida.

Con Escorpio, todo puede pasar, su energía es muy potente, transmutadora y curativa, pero no pasa desapercibida bajo ninguna circunstancia. Después de un Escorpio, nada se mantiene como estaba. Es tiempo de cambio, de renacimiento, de embellecer nuestro cuerpo y nuestra relación con él. De toda la magia de lo misterioso y el crecimiento que conllevan las grandes transformaciones.