Ambición y destrucción ¿puedo todo o no puedo nada?
Un deseo que pulsa hacia un lugar tan grande que se vuelve insaciable. Lo insaciable termina en destrucción. ¿Por qué? Porque no hay límites. El problema no es querer más, pero no saber cuando terminar. Las angustias que a veces son inexplicables nos llevan a extremar cosas que creemos valiosas. Se puede dejar de tener miedo al silencio, porque todos los sonidos que aparezcan en esa pausa serán totalmente enriquecedores para la continuación. Cerrar los ojos, meditar y encontrar un centro. No hay un todo ni tampoco la nada sola. Hay un ritmo personal.
Lágrimas que inspiran, emociones que ablandan
Especial sensibilidad durante esta semana. Seguimos con los resabios de la Luna Llena en Piscis, las percepciones siguen alteradas. Estamos como drogados viviendo una fantasía, diferente para cada uno. A veces las carencias duelen, pero esas sensibilidades nos llevan a pensar y hacer cosas que no imaginamos. Se amplía el mundo con las nociones alteradas. Una vez que han abierto los ojos, no se puede volver a cerrarlos.
Descargar el cuerpo bailando
La música mueve con sus ondas nuestras células. Las células se mueven y piden descargar energía. Cuando las emociones confunden, solo queda entregar el cuerpo físico a una vibra sensorial. Así, moviéndose al compás de una melodía, se exorcizan las angustias que nos invaden. Festejar bailando y darle la bienvenida a la primavera.