El uso del arroz entre los ingredientes de la cosmética es un boom, pero no es ninguna novedad. Durante el Renacimiento las mujeres utilizaban polvos de almidón de arroz para conseguir una piel más blanca, en Grecia lo utilizaban para darle brillo e iluminar el cutis, y en Japón se solía utilizar el agua sobrante de la cocción de arroz para lavarse la cara.
Hoy en día, hasta los grandes laboratorios asiáticos utilizan fécula del arroz en sus productos con la promesa de un cutis suave, liso y más claros.
Beneficios
- Ayuda a regular el pH cutáneo
- Disminuye el exceso de producción de grasa
- Previene el acné
- Sus protenínas nutren, revitalizan y regeneran la piel
- Excelente exfoliante
Tratamientos
Baños con almidón de arroz. Es un ingrediente especialmente recomendado para pieles sensibles, irritables, enrojecidas o alérgicas. Para comprobar su efecto calmante y suavizante, llená la bañadera con agua tibia y agregale par de cucharadas de almidón de arroz.
Exfoliante natural. Revitalizá la piel, eliminá células muertas e impurezas y combatir los puntos negros mezclando 1/4 de taza de arroz blanco con 1 cucharada de aceite de coco virgen orgánico. Aplicatelo al rostro limpio de forma homogénea y dejá que actue por 10 minutos. La piel queda humectada y luminosa.
Tónico para todo tipo del piel. Promueve el flujo sanguíneo, evita el envejecimiento prematuro, reduce el exceso de grasa y facilita la limpieza profunda de los poros. Echá 1 litro de agua hervida en media taza de arroz. Dejalo reposar por unas horas y aplicalo con un algodón sobre el rostro para que sus vitaminas, minerales y fibras penetran en tu piel.