Todos o la mayoría de nosotros estamos intentando llevar una vida más armónica, siendo más conscientes de nuestras energías, nuestras emociones y nuestros pensamientos. Pero ¿Qué pasa con el cuerpo?
Pareciera que corremos el riesgo de inclinar la balanza de la armonización hacia un solo lado, siguiendo todas las nuevas técnicas, artículos, herramientas y medicinas vibracionales que apuntan, sabiamente, a trabajar desde nuestro campo energético.
Pero es muy importante, retomar el contacto con nuestro cuerpo, registrar cómo lo sentimos, de qué manera nos habla, qué nos dice y qué se guarda hacia el interior.
Si bien, sabemos que los desequilibrios, síntomas o enfermedades no nacen en el plano físico sino que se originan en un plano anterior (Emocional, bloqueo mental), es fundamental conocer cuáles son nuestras predisposiciones o tendencias dentro de la salud para poder diseñar rutinas acordes y beneficiosas según nuestra configuración.
La Astromedicina o Astrología médica apunta precisamente a ese objetivo. No reemplaza ningún tratamiento médico, sino que analiza el cuerpo y nuestras tendencias corporales según la lectura de nuestra carta natal.
Desde un informe de astrología médica, entonces, podemos abordar la constitución del cuerpo, observando ciertos patrones de desequilibrio específico o predisposiciones para poder elaborar, posteriormente, una metodología de armonización personalizada, según nuestra configuración astrológica.
Una vez más, la Astrología nos entrega herramientas de autodescubrimiento y reconexión. Ahondar en nosotros mismos forma parte de cualquier proceso de sanación. Develarnos es curarnos y evolucionar.