Además de fortalecer nuestro cuerpo, de conectarnos con nuestra espiritualidad y de relajarnos mental y físicamente, practicar Yoga con regularidad también trabaja impactando positivamente en tu vida de pareja. Hoy te contamos cómo:
Conexión con tu energía y vitalidad: Al practicar Yoga regularmente, vas aprendiendo a sentir y sentirte en profundidad, captando y percibiendo tu propia energía interna y la manera en la cual vibra tu cuerpo. Esto te ayuda a comprender mejor qué te gusta, qué te daña, qué te excita y qué te drena o descarga. Para que nuestra relación se sienta y se viva en forma sana, es importante tener claridad acerca de estos aspectos y hasta poder compartírselos a la persona que nos acompaña. Muchas veces, la interferencia entre los dos, puede darse simplemente por falta de comunicación y de no saber muy bien cómo complacer o nutrir al otro.
Relaja el cuerpo y aporta elongación: Las tensiones que experimentamos a nivel mental y emocional, cuando duran demasiado o no son drenadas correctamente, comienzan a cristalizarse en nuestro cuerpo físico, provocando contracturas, dolores puntuales, rigidez y falta de elongación. Para disfrutar de una caricia, de un abrazo, de un encuentro sexual en forma plena, necesitamos que el cuerpo esté relajado, abierto, flexible, calmo para sentir, recibir y disfrutar. La práctica de Yoga te ayuda en todos estos aspectos y además fortalece tu organismo y tu sistema inmunológico.
Expande y limpia el corazón: Personalmente he comprobado (Tanto practicando, como enseñando) que las dinámicas de Yoga movilizan también muchísimas emociones que teníamos estancadas o aprisionadas en nuestro cuerpo. Algunas veces he visto (Y otras he sido yo misma) a gente expresar largos suspiros y hasta lágrimas en determinadas secuencias de ejercicios de Yoga. Al movilizar toda la energía del cuerpo, pasan ciertas cosas, se destraban emociones, dolores y viejas angustias que nos estaban tiñendo y lastimando silenciosamente.
Nuestros vínculos y experiencias pasadas y el grado en que las hayamos integrado y sanado (O no), determinan en gran parte nuestra forma de comportarnos con la pareja en el presente. Yoga te ayuda a movilizar antiguas heridas, a limpiar el corazón y a estar mucho más disponible para amar plenamente.
¡Para amar mejor, amémonos más!