Practicar actividad física no solo eleva tu nivel de salud, sino que además potencia tu energía personal y te conecta con tu fuente de poder interno. El deporte, se convierte en una herramienta eficaz para trabajar y sanar tu autoestima:
Cada vez que realizás actividades físicas estás movilizando toda la energía de tu cuerpo. Más allá del estilo o la filosofía que sigas, todas las disciplinas tienen reglas y pasos que llevan su tiempo para aprenderse e integrarse. El comprometerte con tu practica y lograr avanzar gradualmente, te conecta con tu sentido del propósito y con tu voluntad para lograrlo.
Al trabajar el área de tus piernas y tus pies, estás activando tu conexión con la tierra, con la firmeza y con tu capacidad para auto-sostenerte sin dependencias. Trabajás tu seguridad y tu estabilidad, porque conectás con tu derecho a ser. Cuando, en cambio, ejercitás tus brazos y tu espalda, estás activando tu manera de entregar y tomar de la vida. Tu confianza desde el corazón.
Practicar, por ejemplo, artes marciales, te ayuda a mantener la concentración, a regular tu propia energía, ganando fortaleza interna y externa. Encontrá la tuya y potenciá lo mejor de vos.
Algunas claves:
- Elegir actividades que realmente podamos disfrutar y que se alineen con nuestra filosofía de vida
- Practicar con regularidad para dar continuidad y progresión a los beneficios
- Ser sinceros con nosotros mismos y permitirnos cambiar cuando dejamos de vivenciarlo a gusto
- No practicar por moda, sino por verdadero deseo personal
- Ponernos metas alcanzables para mantenernos motivados y con espíritu de superarnos día a día.