Eres un transformador, un mago de tu realidad, portas la habilidad de transformar y elegir una vida mejor. Sólo tienes que recordar cómo ser feliz. Este es un ejercicio paso a paso para que reconectes con tu intuición y tu zona perceptiva, activando todo tu poder y tu habilidad de captar y transformar la energía que te rodea.
Siéntate cómodamente con la espalda erguida y apoya tus manos sobre tus piernas en forma relajada. Comienza a respirar profunda y lentamente por tu nariz. Inhalas lento y sientes cómo esa energía recorre todas las partes de tu cuerpo, todos tus centros de poder y los nutre. Luego, exhalas suave para que pueda ingresar aire nuevo, aire limpio.
Concéntrate en este proceso de respirar, de vivir a través del aire y registra cómo es esa energía que sientes en tus manos, en tus brazos, en tus hombros, en tu cara, en tu cabeza y hasta en tu boca. Siéntela, también, en tus rodillas, en tus tobillos y en tus pies. Si tiene un color o un aroma, regístralo, ábrete a conocer lo máximo que puedas de ti mismo.
Respira y continúa recorriendo cada una de tus partes. Continúa nutriendo lo que eres y lo que quieres llegar a ser. Percíbete como una totalidad integrada. Latiendo en conjunto con la Vida.
Ahora que has reconocido tu vibración, envía todo ese caudal hacia tu zona de entrecejo ya que es tu centro de poder intuitivo. El lugar donde se potencian tus percepciones y tus visiones, por eso, debes fortalecerlo y balancearlo. Esta zona lleva el nombre de Ajna Chakra y se corresponde con las facultades intuitivas, de expansión de conciencia, con la recepción de energías sutiles y elevadas. Además, es la zona que te conecta con tus guías y Maestros.
Tienes que reconectar y recordar la capacidad de conectarte con vibraciones altas. Es posible que, algunas veces, sepas las cosas antes de que sucedan, pero necesitas aprender a confiar en lo que recibes y en tu propia intuición. Entonces, durante esta visualización, registra y reconoce esa energía que te caracteriza y que te fue concedida. Conecta con ese poder y siéntelo vibrar en ti.
Luego de algunos minutos, comienza a traer lentamente tu conciencia al aquí y ahora y junta tus manos en el centro del pecho. Agradece este momento y este espacio que tú mismo te has generado.
Puedes repetir este ejercicio una o dos veces por semana y notarás como se van expandiendo tu intuiciones y tus percepciones se vuelven más intensas y más presentes. Intenta darle el valor que se merecen y utilízalas para responder tus grandes preguntas.