Muchos estudios indican que las personas funcionamos mejor cuando escribimos lo que necesitamos hacer. Simplemente con escribir las tareas nos volvemos más efectivos, a la vez que nuestra mente se relaja y hasta podemos dormir mejor.
Concretamente, en lo productivo, las To Do Lists nos ayudan a priorizar el tiempo y a recordar lo que debemos hacer. Además, no solo crea orden en nuestra vida, sino que también nos brinda una estrategia, optimiza nuestra tiempo y nos ayuda a coordinarnos. Incluso, son excelentes para seguir progresos de proyectos y aumentar la confianza en nuestra capacidad para completar tareas importantes del día a día.
A nivel organizativo y productivo, no caben dudas la gran aliada que puede ser la lista de tareas. Pero en un plano más psicológico y emocional, es profundamente positivo lo que puede hacer por nosotros.
Al escribir nuestros pendientes, despojamos a la cabeza de retener un montón de información y nos liberamos del estrés.
De hecho, un estudio realizado por los profesores Baumeister y Masicampo de la Universidad de Wake Forest demostró que, si bien las tareas que no hemos realizado nos distraen, solo hacer un plan para hacerlas puede liberarnos de esta ansiedad.
Mientras que otra investigación encontró que si en la noche invertimos solo cinco minutos elaborando una lista de tareas para hacer en la mañana, podemos irnos a dormir más rápido.
La propuesta es simple: calcular lo que hay que hacer y en qué orden, escribir las tareas, hacerlas y luego, tacharlas una por una.
Esta demostrado que tachar elementos de la lista es una gran sensación, porque nos devuelve el control y brinda una sensación productiva positiva. A medida que vemos nuestro trabajo realizarse de manera eficiente, nos permitimos relajarnos más.
Algunas claves
Para el experto en gestión del tiempo David Allen, autor del libro Getting Things Done: The Art of Stress-Free Productivity no es suficiente garabatear “banco” o “mamá” en un papel, sino que se necesitan más detalles, ser claros e ir al grano.
Sin embargo, ser detallistas no es el único factor importante: también debemos ser realistas sobre cuánto tiempo tomarán las cosas.
Por otro lado, una trampa en la que solemos caer es evitar abordar los proyectos más grandes y más importantes. La mejor manera de superar esto es dividirlos en bloques mucho más pequeños y alcanzables. “Ordenar profundamente la casa” es una tarea bastante amplia que podría ser más productiva y con más posibilidades de terminarse si empezamos por “Ordenar profundamente el cuarto”.
El psicólogo y autor Dr. David Cohen explica nuestro amor por las listas de tareas a tres razones: amortiguan la ansiedad sobre el caos de la vida, nos dan una estructura, un plan que podemos seguir y son prueba de lo que hemos logrado ese día, semana o mes.
¿Te animás a probar?