Desde el Feng Shui, cuando cambiamos la ubicación de los objetos en nuestro hogar estamos cambiando una área correspondiente en nuestra vida. Combinar esta filosofía ancestral con la sabiduría natural de las gemas, puede ayudar a equilibrar espacios, actuar como protectores y potenciarnos a nosotros mismos, atrayendo prosperidad y abundancia.
- Cuarzo cristal: 1 en el noroeste protege y aleja las energías negativas del hogar. Por otro lado, su poder ayuda a ver nuestros asuntos con mayor claridad y a mantener propósitos y acciones alineados.
- Cuarzo rosa: 2 cristales en el noroeste de la casa activan el sector de la pareja. Representa el amor incondicional y trabaja el chakra cardíaco. El Feng Shui considera que esta gema fomenta las vibraciones de amor cósmico, por eso se lo utiliza cuando se tiene la intención de encontrar el amor, para aliviar recuerdos de una historia pasada, para mantener encendida la llama o mejorar la comunicación de la pareja del hogar.
- Amatista: 1 en la mesa de luz o en el sudoeste del living estimulan la creatividad. Trabaja la transmutación y purifica. Tiene el poder de equilibrar y calmar la energía que hay a su alrededor.
- Pirita: 1 en el sector sudoeste del living puede ayudar a aumentar tus clientes y tus ventas, o activar tus benefactores. Activa el dinero en nuestra vida y funciona como guardiana del hogar. El citrino, es otra piedra relacionada a la riqueza monetaria. Siempre es recomendable llevar una con nosotros ya que además ayuda a que fluya la energía, refuerza el autoestima y los pensamientos positivos. Con el mismo, la especialista en Feng Shui Patricia Traversa, recomienda lo siguiente:
- Turmalina: 1 sobre el escritorio. Gracias a su capacidad de transformar la contaminación electromagnética, este cristal produce que la radiación nos dañe menos. Además, de protegernos de nuestra propia computadora y celular, es conocida por absorber vibraciones negativas en general.
Cuidados y limpieza
Los cristales vibran y absorben energías constantemente. Cuando su poder natural curativo se satura, su potencial disminuye. Podremos ver que algunas están más opacas, sentir que su peso es mayor que lo habitual y hasta notar la falta de vibra al tomarlas en la mano. Por eso, es importante limpiar las piedras periódicamente.
Una forma clásica de hacerlo es colocar los cristales en un cuenco o vaso con agua y sal gruesa y dejarlas al aire libre toda la noche. Este método no debe evitarse con las gemas de tipo porozas. La pirita, por ejemplo. En ese caso será mejor utilizar humo o tierra, que también funcionan como limpiadores.