A veces las cosas más simples de la vida son las que más gratificaciones nos brindan.
A veces los pequeños placeres son los que mayor bienestar generan en nuestra vida. En esto se basa el secreto de un país que se ubica entre los tres más felices del mundo, según el Informe Mundial de la Felicidad de la ONU.
Dinamarca quedó en segundo lugar en el ranking, detrás del ganador Finlandia y por delante de Noruega, pero no se siente menos ya que sus habitantes gozan de altos indices de calidad de vida, y su secreto reside en una filosofía que practican con entrega y devoción desde hace décadas.
Los daneses llaman a esta filosofía de vida – Hygge – y se pronuncia hu-ga. Así de simple es este nombre que encierra toda la historia de una cultura que le da especial importancia a los detalles y a los momentos vividos con los cinco sentidos.
Esta actitud ante la vida ha sabido posicionar al pueblo danés en este podio y lo más valioso es que se basa en principios totalmente sencillos y fáciles de llevar a la práctica. Además nos muestra cómo un hecho negativo, cómo son los largos y helados inviernos de los países bajos, ha llevado a sus habitantes a encontrar una solución para su aburrimiento y demás malestares.
Es bien sabido que los países cálidos corren con ventaja si de alegría y diversión hablamos. Sin embargo Dinamarca ha sabido superar el desafío de vivir en tierras de poco sol y ha encontrado la forma de generar felicidad con lo que tienen a mano. Este desafío no es menor si tenemos en cuenta que durante el invierno danés la luz del sol dura sólo cuatro horas al día y las temperaturas llegan a cero grados. Esto obliga a las personas a permanecer al interior de sus casas mayor tiempo y buscar ingeniosas opciones para entretenerse puertas adentro. La palabra Hygge deriva de una palabra noruega que significa bienestar, y es algo en lo que no escatiman en absoluto.
¿Cómo se consigue una atmósfera Hygge más allá de las fronteras de ese país?
– Podés empezar por leer algún libro sobre Hygge para entender más en profundidad de qué se trata. Leer en sí mismo es una actividad muy hyggelig y la estética de estos libros en general aportan al estilo decorativo que este movimiento promueve.
– En cuanto a la ambientación de tu hogar es imprescindible que tengas objetos que te llenen de alegría y paz. Objetos con historia, con sentimiento. Que al verlos o al usarlos te generen una emoción positiva.
– La iluminación es clave. Debe ser suave y cálida. Los veladores ganan terreno por encima de luces fuertes y frías, y las velas se llevan el protagonismo absoluto. – Los elementos más codiciados para descansar serán un sillón con mantas y almohadones.
– En cuanto a la comida, se dice que no hay hogar Hygge si en esa casa no se cocina a diario para que siempre podamos recibir a algún invitado especial.
– Las reuniones familiares o con amigos son un plan fundamental para tener un momento bien hyggelig sin presiones ni apuros.
En resumen, todo aquello que te genere calidez e intimidad podrá ser útil para convertir tu entorno en un espacio bien acogedor. Todo eso que sea ordinario en tu vida, totalmente económico, y que sin embargo te genere mucho placer será una excelente opción para potenciar su efecto sin demasiado esfuerzo o gasto: Un té caliente en tu taza preferida, esas pantuflas que son pura suavidad, tu aroma preferido, un budín recién salido del horno, un abrazo bien apretado, son partes de este universo tan especial que hace que los daneses se hayan consolidado como líderes de la competencia mundial por la felicidad!