Las Schisandra Berries son un tipo de baya que concentra los cinco sabores: dulce, amargo, picante, salado y ácido, y nos ayudan a hacer una mejora integral de nuestro organismo, bajar los niveles de estrés al generar un balance natural de las hormonas, y mejorar la concentración y vitalidad, según indica la astróloga Mía Astral en su cuenta de la red social Instagram.

Estas bayas, también llamadas “schisandra chinensis” tienen, además, un impacto positivo en el funcionamiento renal y digestivo, y cuentan con una altísima concentración de antioxidantes y vitaminas, dándole un impulso a nuestro sistema inmunológico y protegiéndonos de enfermedades crónicas. Las schisandra berries han sido utilizadas en la medicina tradicional china por más de 2000 años. También es originaria de algunas partes de Rusia, como señala la especialista mencionada.

Estas fresas son ideales para tomar en té ya que, al concentrar los 5 sabores, conservan todos sus nutrientes al ser deshidratadas. Según la medicina tradicional china, cuando un alimento cuenta con estos elementos, significa que puede hacer una mejora integral en todos los componentes del organismo y la vitalidad general. Una de sus funciones principales es aumentar la función hepática, regular las hormonas y mejorar la piel y el funcionamiento digestivo, como explica Mía en otro de sus posteos de Instagram.

Según el sitio especializado en medicina, WebMD, la Schisandra se usa como un “adaptógeno” para aumentar la resistencia a las enfermedades y el estrés, incrementar la energía y aumentar el rendimiento físico y la resistencia.

Además, la baya sirve para prevenir el envejecimiento temprano y aumentar la esperanza de vida, normalizar el azúcar en la sangre y la presión arterial, estimular el sistema inmune y acelerar la recuperación después de la cirugía.

También se usa para tratar la enfermedad hepática (hepatitis) y proteger al hígado de los venenos. Otros usos de la schisandra incluyen tratamiento de colesterol alto, tos, asma, problemas de sueño (insomnio), dolor nervioso, síndrome premenstrual (PMS), diarrea crónica, disentería, sudores nocturnos, sudoración espontánea, secreción involuntaria de semen, sed, disfunción eréctil, agotamiento físico, micción excesiva, depresión, irritabilidad y pérdida de memoria.