Muchas veces oímos hablar de la Ley de Atracción y de lo esencial y beneficiosa que puede ser para nuestra vida. Pero, ¿realmente la tenemos en cuenta? ¿Cuáles son los detalles que no podemos omitir sobre la misma? Acá te lo contamos.

Como menciona un artículo del sitio institucional de la organización Propiedad Universal, la Ley de Atracción es clave para la comprensión de la comprensión humana y nos revela que somos como “imanes”: es decir, que todo lo que atraemos, es a la vez lo que transmitimos y lo que deseamos. De esta forma, incorporamos a nuestra vida a aquellas personas y situaciones que se encuentran en armonía y consonancia con nuestros pensamientos dominantes.

Lo que significa que todo lo que atraemos hacia nosotros, lo hacemos por la clase de personas que somos y por la forma en que pensamos. Esta Ley actúa en todas partes y en todos los momentos.

Lo interesante es que, si en algún momento sentimos que lo que atraemos NO es lo que deseamos para nuestra vida, podemos lograr, a través de un riguroso ejercicio mental y espiritual, cambiar nuestras emisiones y encontrar cosas más acordes a nuestros deseos. La autodisciplina es posible, mientras que se enfoquen los pensamientos hacia los verdaderos intereses y haciendo un gran esfuerzo por descartar todo lo que no sea conveniente para la vida.

El poder de la afirmación positiva

Una afirmación es una frase propia que nos ayuda a impulsar un deseo fuerte de alcanzar cierta situación en nuestra vida; y en donde el proceso de repetición constante de dicha afirmación hace que nuestra mente inconsciente las acepte, y eso permite que se terminen por cumplir, como detalla un artículo del blog El Secreto Sobre la Ley de Atracción.

Las afirmaciones positivas son una de las estrategias más efectivas para programar tu subconsciente y atraer los resultados que deseas a tu vida.

Consejos para facilitar la búsqueda de afirmaciones positivas:

• Constituí afirmaciones positivas que sean creíbles: esta frase debe producir una respuesta emocional positiva y real.
• Expresá afirmaciones positivas en presente: no hables de futuro, ya que es como “patear” el problema para más adelante.
• Elegí afirmaciones resonantes dentro tuyo: seleccioná aquellas frases que sientas como tuyas y que consideres inspiradoras para lograr tus propósitos.
• Expresá afirmaciones positivas que no dependan de otros: por ejemplo, “yo soy amada por mi pareja” y no “mi pareja me ama”.
• Creá afirmaciones cortas y específicas: no son párrafos, canciones o poemas, sino frases concretas que determinan lo que buscás y deseás.

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