Sucede que cuando estamos leyendo, estudiando, o haciendo alguna actividad donde se requiera adquirir datos de forma consciente, lo ideal es no tener ninguna otra fuente de ruido o emisión cerca, como la televisión, radio o música. Tampoco conviene estar en un sitio ruidoso o demasiado ajetreado.
Pero, ¿por qué es esto? Más allá de que somos conscientes de que nos desconcentra, existe una explicación más profunda sobre el tema que revela por qué es perjudicial adquirir conocimiento en un contexto lleno de cosas que nos podrían distraer.
Las esferas mentales
Según indica un artículo del sitio especializado OSHAR, la mente funciona por esferas, ya que está compuesta, a nivel energético, por 6 de ellas, cada una con una función diferente. Estas se sitúan en diferentes partes de la cabeza, pero no integran el cuerpo físico.
Surgen, en realidad tras cada nueva encarnación que tenemos. A medida que una persona crece, evolutivamente hablando, sus esferas mentales se ensanchan y expanden, haciendo extender el cuerpo mental con ellas y elevando el nivel de evolución de la persona por expansión de su conciencia.
Tipos de esferas
Como desarrolla el sitio institucional de Evolución Consciente, las 6 esferas mentales son:
- Esfera Pre-Consciente: Se encuentra cubriendo totalmente el cerebelo. Está dividida en tres secciones vértico-sagitales que determinan diferentes formas de funcionamiento: la escritura automática, la tabla ouija, el péndulo, la telepatía, la visualización, la telekinesia, actos parapsicológicos, para nuestros cuerpos de 3ra y 4ta Dimensión.
- Esfera Sub-Consciente: En esta esfera se archivan todas aquellas grabaciones que no se conscientizaron y no pasaron a las memorias del consciente, como traumas, temores, fobias, etc. en 3ra y 4ta Dimensión. Es la única esfera mental que puede grabar imágenes, porque es la única que puede producir Analfas. Por lo tanto, esta esfera es el reservorio de toda la información que podemos acumular a lo largo de nuestra vida.
- Esfera Consciente: Está ubicada En el lóbulo frontal derecho, parte anterior. En estado de vigilia, manejamos solo la cuarta parte de esta esfera, las otras tres cuartas partes actúan en meditación profunda, sueño crepuscular o estados de iluminación. Su funcionamiento se relaciona con el nivel de meditación, estado normal de vigilia en el ser humano, nivel normal de sueño, ya sea crepuscular, medio, profundo o muy profundo.
- Esfera Consciente Continuo: Esta esfera es manejada por el Ello o la 4ta Dimensión. Su funcionamiento es igual al de la esfera N° 3 que maneja el Yo (3ra Dimensión).
- Esfera Supra Consciente: En el lóbulo parietal izquierdo, región posterior, se encuentra dividida en 4 estratos separados por dianes. Esta esfera es usada por el Ello o 4ta Dimensión. Su funcionamiento es igual al de la esfera N° 6 que maneja el Yo (3ra Dimensión).
- Esfera Subliminal: Está asociada al funcionamiento de baja frecuencia de vibración. Estado de hipnosis. Frecuencia de vibración media, de los estados de mediumnidad, en donde la persona no recuerda todo, parte o nada de lo sucedido, dependiendo de la conexión a Beta Consciente. El sujeto sirve de “Medio” de comunicación entre frecuencias extrasensoriales y frecuencias normales.
Absorción de datos y colapso
La forma en la que captamos información del exterior y la procesamos por el “conjunto mental” que poseemos, pasa por varias etapas. Si todo lo captado y procesado por la esfera pre-consciente se fuera a la tercera esfera del diagrama (la esfera consciente) nuestra mente racional estaría inundada de datos, no podríamos procesar tal cantidad de información, y nuestro cerebro se colapsaría, como explica el portal mencionado.
Al percibir millones de bits de información al día, de los que solo entran en nuestro ámbito consciente (nos damos cuenta) unos pocos de ellos, los necesarios para que nuestro ego pueda manejarse por el mundo físico en el que existe.
La también llamada por expertos de la comunicación social, “infoxicación” o “sobrecarga informativa”, puede ocasionarnos la imposibilidad de asimilar los datos verdaderamente relevantes, que nos son necesarios para fines específicos (como un examen, una presentación o bien una entrevista laboral).