Aprovechando el impulso geminiano que nos invita a sanar la palabra y la comunicación, hoy queremos trabajar junto a vos, compartiéndote las claves para que actives tu herramienta de manifestación.

Expresá lo que deseás y soñás: No lo que te da miedo, lo que te preocupa, lo que te detiene. Usá tus palabras, eligiéndolas para el propósito que involucra hoy. Elegí qué crear a través de tus palabras.

Alineá tus visiones y pensamientos a ello: Utilizá las imaganees mentales para reforzar y acompañar lo que enunciás con tus palabras. Envisioná tu deseo, a vos viviéndolo como si ya estuviera pasando. Dejá ir las tensiones, las listas de lo pendiente: Elegí qué crear con tus pensamientos.

Escribí con tus manos, con tu corazón: Con colores, con dibujos, con la letra que más te guste, poné por escrito lo que necesitás, lo que querés lograr, lo que soñás vivir y leélo en voz alta, escuchando tu propia voz. Escribir es darle cuerpo a lo que permanecía abstracto o interno. Elegí qué exteriorizar.

No juzgues, mejor admirá: No utilices tus palabras y tu energía para criticar o hablar sobre la vida de los otros. Enfocate mejor en narrar algo que admires, que te entusiasme o te inspire de alguien más. Elegí a qué darle importancia y vida.

Tus palabras y tus pensamientos promueven tanta energía como tus manos y tus acciones. Utilizala con consciencia y para tu mayor bien. Cada pequeña cosa que digas se envía al universo y se imprime a tu alrededor. Elegí qué vibrar y qué crear.