Lugares simples que te ayuden a re-conectarte: A veces estamos tan llenos de tecnología, de agendas, de novedades que nos perdemos del centro y no sabemos cómo volver. En esos momentos, se me ha transmitido, que una de las maneras de bajar a tierra es poniendo nuestra atención en actividades simples y cotidianas. Quizás lo que estás necesitando es viajar a algún destino donde la comunidad lleve una vida más simple, menos ruidosa, menos urbana. Iruya, es un ejemplo bonito.
Estadía en templos y monasterios para silenciarte: Una experiencia maravillosa es pasar unos días de retiro en destinos donde la principal actividad es la re-conexión con la oración, con la espiritualidad, con el silencio. Si estuviste atravesando un año donde las revoluciones subieron demasiado alto y quizás sea una linda opción para volver a bajar, para escucharte y obtener claridad para iniciar el nuevo año.
Carpas o cabañas emplazadas en naturaleza: Volver al verde es volver al corazón. Si necesitás sanar cuerpo, mente o emociones, siempre es indicado restaurar tu energía en la naturaleza. Respirar mejor, conectar con los ciclos y aprender a esperar, recibir el mensaje de los animales y la energía de los ríos, mares y océanos. Unos días en fundación Anahata (Córdoba), podrían hacerte sentir muy bien.
Peregrinar, salir a andar: ¡Caminar puede ser tan esclarecedor y tan medicinal! Existen, en todo el mundo, diferentes recorridos que se han realizado por años y años con un objetivo o propósito especial. Animarte a experimentar la peregrinación como una forma de encontrarte o de obtener respuestas puede ser absolutamente maravilloso y expansivo. El Camino de Santiago es uno de los más conocidos.
¿Hay algo más lindo que viajar? Contanos sobre ese viaje que te ayudó a tomar una decisión importante, a sanarte o a conectarte con esa persona especial. Contanos sobre ese lugar que te llenó de magia, de energía, de emoción, de libertad.
Que cada día estemos viajando por un camino que sepamos amar.