Si te estás sintiendo poco productivo o con dificultades para alcanzar tus planes, queremos contarte que una de las posibles causas puede estar relacionada con el intentar escalar varias montañas al mismo tiempo.
Imagínate que sos un alpinista y que cada uno de tus proyectos es un cerro bien alto. ¿Cómo emprenderías tu subida?
En primera instancia, tendrías que establecer prioridades. ¿Cuál de todos esos picos te gustaría escalar? Darle un orden a tus proyectos, te permite establecer la metodología adecuada y avanzar con un plan efectivo.
En segundo lugar, tendrías que mantenerte lo más concentrado posible. No podrías estar visionando dos cimas al mismo tiempo porque perderías tu foco y, por consecuencia, tu estabilidad. Caerías al precipicio a los cinco minutos.
En tercer lugar, cada paso que eleves, te estaría acercando a tu objetivo, por lo tanto, deberías hacerlo con todo el corazón y honrando tus movimientos. La idea es que disfrutes de todo tu trayecto poniendo a prueba tu resistencia y tu fortaleza, pero también apreciando cada pequeño avance en la inmensa naturaleza que te está rodeando.
Como cuarta instancia, seguramente sepas, como cualquier deportista entrenado, que no tiene ningún sentido desgastar tu energía en execeso dando grandes pasos al comienzo. La idea es que puedas aprender a distribuir tu energía para llegar equilibradamente hasta el final de tu cima. Pasito a paso… Recordando que las grandes distancias están formadas por la suma de pequeños espacios.
Entonces, intentá serenarte por dentro y, de todas las metas simultáneas que tengas en este momento, selecioná una o dos que tengan mayor prioridad para vos y para tu vida. Una vez que tengas claro qué es lo más importante, asignales un orden dentro de tu semana y dedicá tiempo a nutrir cada una por separado.
Escalá tus objetivos uno a uno, con paciencia pero con determinación. Conquistá tus montañas con corazón de alpinista y celebrá cada pico apreciando toda su inmensidad.