Sabemos que te encanta aprender y nutrir tus técnicas de bienestar con consejos y tips. Por eso, hoy queremos hablar de Reiki y de cómo prepararte antes de dar una sesión o tratamiento a otra persona.
Antes de avanzar con el ejercicio, quiero recordales que Reiki es una práctica de pura energía donde lo vital es la conexión y la unión entre la vibración que llega a quien la brinda y a quien la recibe. Es casi un acto de amor, de luminosidad que sana a través de algo simple: El dejar fluir energía vital por tu cuerpo. Entonces, es clave tener en cuenta que lo más importante para brindar Reiki (O brindarnos a nosotros mismos) es trabajar la armonía interna, la limpieza, la concentración.
Más allá de esto, siempre sugiero a mis alumnos algunas técnicas extra que pueden ir probando, una vez que hayan ganado práctica y se sientan seguros. Si bien Reiki es y se trata de algo simple, eso no impide que podamos nutrir las sesiones con otras instancias que, según mi experiencia, suman muchísimo a los resultados obtenidos.
Te quiero compartir la técnica de prepararte con Gemas de amatistas antes de iniciar una sesión. Este cristal tiene la propiedad de limpiar y activar tus canales intuitivos y te ayudará a percibir mejor todo lo que pase durante la sesión terapéutica. Hay quienes reciben mensajes o ciertas imágenes mientras brindan o reciben Reiki, entonces, una meditación con amatistas fomentará la limpieza en tus chakras superiores y te predispondrá a conectar mucho mejor con la energía vital que canalices.
Paso a Paso:
- Sentate un momento en tu altar o espacio de conexión.
- Respirá profundo unas diez veces para centrar tu cuerpo y tu mente.
- Tomá un fragmento de amatista y sostenelo con ambas manos. Pedí permiso y asistencia a la energía del cristal y llevalo hacia la zona de tu frente.
- Establecé la intención de recibir claridad y certeza, ampliando tu percepción y tu intuición. Que estés abierta y preparada para canalizar la energía vital Reiki y brindarla con máxima apertura a tu paciente.
- Tratá de conectar con el cristal percibiendo y registrando que te hace sentir, qué imágenes vienen hasta vos y, cuando te sientas lista, terminá tu meditación con agradecimiento y calma.