Para la Astrología, esta semana comenzó el nuevo año y junto a Aries, el signo del mes, nos preparamos para iniciar una nueva fase personal. Te contamos y te compartimos herramientas para que impulses tus objetivos:

Aries es el primer signo del zodiaco, es el conquistador, el que inicia la rueda astrológica y se encarga de dar vida a un nuevo ciclo (En vos y a tu alrededor). Por eso, durante estos 30 días, vas a enfocarte en utilizar la energía disponible para salir a  cumplir deseos y metas, con toda tu potencia y capacidad de lucha.

Recordemos que veníamos de Piscis en donde nuestra sensibilidad, comprensión interna e intuición estuvieron activadas y a flor de piel (Seguramente, los días anteriores, recibiste alguna señal o mensaje a través de canales perceptivos como los sueños, las visiones, alguna sensación o certeza que no te explicás muy bien de dónde vino, pero te llegó) y ahora es el momento de accionar aquello que comprendiste o viste muy claro que tenías que sanar o cambiar en vos misma.

Es ahora cuando encendemos motores y comenzamos a trabajar con el deseo de optimizar y conquistar una nueva armonía. Se trata de “hacer algo” que te acerque a vivir tu sueño, tu deseo profundo, tu anhelo personal. Aries te va a dar la fuerza y la convicción para seguir adelante más allá de toda prueba o desafío y te va a recordar que sin amor propio, no podrás alcanzar tus metas. ¡Acá estoy yo! Viene a decirte este signo que intenta enseñarte cuán fuerte, cuán poderosa, cuán líder de ti vida, podés llegar a ser.

Entonces, usá este mes para:

• Tomar tus propias decisiones, comprendiendo que es el primer paso para tu éxito personal.
• Conectá con tu energía sexual ¡Sentí, sentite y disfrutá!
• Hacé lo que tengas que hacer para independizarte del pasado.
• Ponete en movimiento: Entrenate, sumá deporte, canalizá la energía de tu cuerpo y fortalecete a través del ejercicio.

Cuidado con:

• Olvidarte de que tu ansiedad puede quemar tu objetivo
• Generar peleas o discusiones simplemente para comprobar que tenías razón
• Exigirte más de lo que tu cuerpo y tu mente pueden tolerar y terminar desperdiciando tu potencia