Todos sabemos que nuestra posición y nuestra actitud frente a la vida, determinan nuestra realidad y, sin embargo, muchas veces nos resulta imposible verle el lado positivo a las cosas.
Sabemos, también, que donde ponemos nuestra atención: ponemos nuestra energía y esa vibración creará y afectará todo nuestro entorno y el resultado de los procesos y situaciones que atravesamos.
Cuando las cosas no resultan bien y nos causan dolor, heridas o enojos porque no han salido como esperamos, muchas veces, el problema ha sido nuestra gran o idealizada expectativa. Por eso, desde muchas culturas y enfoques terapéuticos se hace referencia a la habilidad de enfocarnos y de disfrutar el trayecto, el proceso y no tanto el resultado en sí.
De todas formas, a lo largo del camino, nos tocarán algunas pruebas más dificultosas que otras y es por eso que debemos estar preparados para enfrentarlas de la mejor manera.
Hoy te presentamos estos Tips para rescatar tu actitud positiva en esos momentos en los cuales te sientes al límite, al borde de ti mismo y no logras encontrar una salida clara:
Todo tiene un propósito: Es importante recordar que, aunque no lo parezca, todo lo que nos sucede, hasta lo más mínimo, corresponde a un propósito de aprendizaje. Si nos enfocamos en esto, podemos activar en nosotros la pregunta del “para qué” y desactivar la queja constante o el “por qué”, ya que estas dos últimas modalidades nos drenan la energía y nos mantienen en nuestra mente sin accionar o comprender las lecciones que debemos afrontar.
Algo bueno todos los días: Agradece. Por más gris e intenso que pueda resultar el día, si miramos bien y activamos la percepción de los detalles, descubriremos que al menos algo lindo nos ha pasado. Alguna bendición hemos recibido, y por más mínima que te parezca, se te ha concedido y al agradecerla te dispones a su abundancia. Has el ejercicio de, al finalizar tu día, escribir y rescatar, por lo menos, una de las cosas buenas que te han sucedido. Te sorprenderás al ver que casi siempre recibes tus bendiciones.
Elegí: Más allá de lo que se te presente, tienes la facultad de seleccionar como posicionarte frente a ello. Una modalidad de victima solo te encadenará a tu propio sufrimiento. Una modalidad de queja, solo te dispondrá a resaltar lo negativo, hundiéndote cada vez más. En cambio, una actitud esperanzada, enfocada en las soluciones y en aquello que, efectivamente, puedes transformar, te conectará con tu poder creativo, activando tu equipo de acción para enfrentar los hechos de la mejor manera. De esta forma, te ayudarás a vos mismo y, sobre todo, podrás asistir mejor a los demás.
Permite que pase: Fluir. Y si las cosas no han salido bien o, realmente, nos están lastimando, no podemos evitarlas o evadirlas, ya que eso no es ser positivos sino negadores. Lo mejor que podemos hacer es confiar, una vez más, en que “esto, también, pasará” y aceptar atravesar por ello. Cuando fluimos ampliamos nuestra conciencia, porque vencemos la resistencia, y al soltar permitimos que el Universo se encargue de la mejor manera. Esto no es rendirse, sino aceptar confiando.
Resurge: Anímate a renacer. Y si realmente has tocado fondo, date empuje y vuelve a la superficie. Necesitas tomar aire, necesitas saber que puedes salvarte. Toda crisis representa una oportunidad para hacernos más fuertes, más sabios, más experimentados y, aunque muchas veces duele realmente fuerte, mientras tengas impulso, recuérdate que puedes seguir nadando, que ya casi estas saliendo del agua, a salvo y re-fortalecido.
Mariela Blanco