Cuando te repetís a vos mismo una y otra vez la misma idea, terminás volviéndola un Mantra que genera una energía en y alrededor tuyo. Si constantemente te decís a vos mismo que no podés, que no vas a lograrlo, que nada te sale, entonces, efectivamente plasmarás esto en tu realidad. Hoy, revisamos nuestros pensamientos y nuestras propias frases, para que nuestros mantras sean siempre positivos.
En Sánscrito, un Mantra es un sonido o una palabra que conlleva energía y poder espiritual. Se utilizan en meditaciones, en rezos, en prácticas de Yoga. Se dice que estos sonidos y frases aportan claridad a nuestra mente y hasta higienizan la energía de los espacios y de nuestro cuerpo. Algunos de los más conocidos en Occidente son, el Mantra Om y el mantra Om Shanti.
¿Qué pasa con esas frases que nos repetimos circularmente a nosotros mismos? “Esto siempre me pasa a mi” “Nunca logro nada de lo que me propongo” “Estoy destinado a la mala suerte” “El amor no es para mí”.
De tanto que las repetimos, terminamos por causar dos efectos: Por un lado, comienzan a convertirse en realidad porque se transforman en profecías auto-cumplidas. Y, por otro lado, terminamos por creer que son verdad.
¿Qué pasaría y cómo nos sentiríamos si, en lugar de utilizar esas frases a lo largo del día pudiéramos revertirlas y decirnos a nosotros mismos que somos capaces de cumplir nuestros propósitos, de cambiar, de aprender a elegir con más consciencia, que siempre habrá alguien o algo dispuesto a ayudarnos, que de alguna manera u otra, encontraremos las respuestas y las oportunidades?
Hemos preparado una nota acerca de la importancia de escuchar tus pensamientos. Este sería, entonces, el paso dos. Una vez que te escuchaste y detectaste cuáles son esos “casi mantras” que, a diario, te rezás a vos mismo, trabajá para revertir lo que haga falta y que tus pensamientos y palabras sean de comprensión, de belleza, de esperanza y de mayor bien. Pensar y hablarte mejor transforma tu percepción de vos mismo. Imagínate, entonces, el efecto que puede tener esto en el resto de tu vida.
Elegí desde el corazón y desde la armonía, qué palabras y qué sonidos te gustaría escuchar, desde vos y desde todo aquello que te está rodeando. Que tus mantras sean la energía que buscás presenciar.