Si nuestro estado interior define gran parte de nuestra salud, entonces prestemos atención y dedicación a buscar nuestro equilibrio personal. Existen diferentes estilos y cada uno te aportará beneficios válidos, pero se trata de encontrar el que mejor se alinee a tu vida diaria y tus preferencias: Hoy te compartimos algunas prácticas que te ayudan para que evalúes y pruebes los efectos vos mismo:
Tai Chi: Esta práctica es ideal para quienes disfrutan de trabajar su cuerpo y su energía sin ejercicios de alto impacto. Pero no creas que sus beneficios son tan suavecitos. Todo lo contrario, a través de un movimiento mucho más lento pero mucho más consciente, tu cuerpo se va armonizando y sanando a niveles profundos. Aporta serenidad, depuración, registro de tensiones y liberación de las mismas y flexibilidad para adaptarte mejor a tu vida diaria.
Chi Kung: Esta técnica te permite balancear tu salud a través de técnicas de respiraciones y movimientos conscientes que se alinean creando una visualización sanadora. Movemos gran cantidad de energía a través de la respiración y la intención. Vigoriza nuestro cuerpo a través del manejo adecuado del Chi (Energía vital)
Hatha Yoga: Este estilo de Yoga es uno de los más recomendados para nosotros los occidentales, porque trabaja gradualmente tanto con asanas (posturas), pranayamas (respiraciones conscientes) y meditación. Es ideal para trabajar nuestra energía desde todos los niveles, tonificar nuestro cuerpo y recuperar nuestro equilibrio interior.
Meditación con Cuencos de Cuarzo: Pocas técnicas son tan placenteras como las meditaciones acompañadas por el sonido y la vibración de los cuencos de cuarzo. Alinean nuestros chakras, nos ayudan a balancear y sanar nuestro cuerpo, nuestras emociones y, sobre todo, a liberar la mente. Además, nos conectan con nuestra sabiduría superior.